“Una nueva dimensión en el cine de terror”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Steve Miner
Guión-Martin Kitrosser/Carol Watson
Fotografía-Gerald Feil
Música-Harry Manfredini
Producción-Frank Mancuso Jr
INTERPRÉTES
Dana Kimmell (Chris Higgins)
Paul Kratka (Rick)
Tracie Savage (Debbie)
Jeffrey Rogers (Andy)
Catherine Parks (Vera Sanchez)
Richard Brooker (Jason Voorhees)
SINOPSIS
Han pasado apenas unas horas desde la matanza de Crystal Lake. La policía descubre el macabro asesinato múltiple pero no hay ni rastro de Jason. No muy lejos de allí, en el campamento de Higgins Haven, un grupo de excursionistas disfrutan del lugar sin saber que en los mismos parajes Jason ha hallado su escondite.
Steve Miner vuelve a coger las riendas de la franquicia rodando una nueva historia que como no podía ser de otra manera enlaza con el título anterior recuperando las secuencias finales para mostrar una nueva matanza, donde la originalidad empieza a dejar paso a muertes violentas y muy gráficas (no podemos olvidar que hace treinta años eran muy pocas las cintas que lograban estrenarse a nivel mundial y que contenían ese nivel de violencia tan explícita).
Así hay que obviar el guión, ya que el mismo es una mera excusa para ofrecer todo un catálogo de asesinatos efectistas y francamente bien plasmados en imágenes. La cinta presenta las 3D como elemento innovador que permite alguna secuencia simpática (el ojo que explota en dirección a la cámara) pero en una tecnología aún a años luz de la actual tridimensionalidad.
Harry Manfredini continúa haciéndose cargo de la banda sonora, creando para la ocasión una simpática variante de su reconocido tema central, utilizado tanto en los títulos de crédito iniciales como finales.
Tercera entrega de una saga en la que empiezan a dibujarse homenajes a los títulos anteriores (uno de los protagonistas gusta de vestir la misma ropa que en su día llevara la señora Vorhees).
Más ágil que la segunda entrega y con un mayor empaque dentro de la globalidad de la saga por ser puntal del personaje de Jason Voorhes tal y como es reconocido en el acervo popular.
Escena: Por su simbolismo, la primera aparición de Jason en el embarcadero del lago vestido con su ya mítica máscara.
Lo mejor: En esta entrega se define al Jason que ha pasado a los anales de la historia del cine de terror, ya que además de vestir la máscara de hockey por primera vez, empuña el machete como arma principal.
Lo peor: La subtrama de los moteros está introducida con calzador, seguramente en vistas a alcanzar los noventa minutos de metraje de rigor.
Curiosidad: El aspecto físico del rostro de Jason presentado en esta entrega (y que difiere de la del título anterior) sirvió de base de inspiración para el reciente Victor Cromley de Hachet (2006)
Valoración: 7/10
Dirección-Steve Miner
Guión-Martin Kitrosser/Carol Watson
Fotografía-Gerald Feil
Música-Harry Manfredini
Producción-Frank Mancuso Jr
INTERPRÉTES
Dana Kimmell (Chris Higgins)
Paul Kratka (Rick)
Tracie Savage (Debbie)
Jeffrey Rogers (Andy)
Catherine Parks (Vera Sanchez)
Richard Brooker (Jason Voorhees)
SINOPSIS
Han pasado apenas unas horas desde la matanza de Crystal Lake. La policía descubre el macabro asesinato múltiple pero no hay ni rastro de Jason. No muy lejos de allí, en el campamento de Higgins Haven, un grupo de excursionistas disfrutan del lugar sin saber que en los mismos parajes Jason ha hallado su escondite.
Steve Miner vuelve a coger las riendas de la franquicia rodando una nueva historia que como no podía ser de otra manera enlaza con el título anterior recuperando las secuencias finales para mostrar una nueva matanza, donde la originalidad empieza a dejar paso a muertes violentas y muy gráficas (no podemos olvidar que hace treinta años eran muy pocas las cintas que lograban estrenarse a nivel mundial y que contenían ese nivel de violencia tan explícita).
Así hay que obviar el guión, ya que el mismo es una mera excusa para ofrecer todo un catálogo de asesinatos efectistas y francamente bien plasmados en imágenes. La cinta presenta las 3D como elemento innovador que permite alguna secuencia simpática (el ojo que explota en dirección a la cámara) pero en una tecnología aún a años luz de la actual tridimensionalidad.
Harry Manfredini continúa haciéndose cargo de la banda sonora, creando para la ocasión una simpática variante de su reconocido tema central, utilizado tanto en los títulos de crédito iniciales como finales.
Tercera entrega de una saga en la que empiezan a dibujarse homenajes a los títulos anteriores (uno de los protagonistas gusta de vestir la misma ropa que en su día llevara la señora Vorhees).
Más ágil que la segunda entrega y con un mayor empaque dentro de la globalidad de la saga por ser puntal del personaje de Jason Voorhes tal y como es reconocido en el acervo popular.
Escena: Por su simbolismo, la primera aparición de Jason en el embarcadero del lago vestido con su ya mítica máscara.
Lo mejor: En esta entrega se define al Jason que ha pasado a los anales de la historia del cine de terror, ya que además de vestir la máscara de hockey por primera vez, empuña el machete como arma principal.
Lo peor: La subtrama de los moteros está introducida con calzador, seguramente en vistas a alcanzar los noventa minutos de metraje de rigor.
Curiosidad: El aspecto físico del rostro de Jason presentado en esta entrega (y que difiere de la del título anterior) sirvió de base de inspiración para el reciente Victor Cromley de Hachet (2006)
Valoración: 7/10
me gustaria verla
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