GENEROS DE TERROR
viernes, 30 de septiembre de 2011
LA HORDA (The horde, 2009) 97´
"Zombie horror”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Yannick Dahan/Benjamin Rocher
Guión-Arnaud Bordas/Stéphane Moïssakis/ Yannick Dahan/Benjamin Rocher
Fotografía-Julien Meurice
Música-Christopher Lennertz
Producción-Xavier Gens/Raphaël Rocher
INTERPRÉTES
Claude Perron (Aurore)
Jean-Pierre Martins (Ouessem)
Eriq Ebouaney (Adewale)
Doudou Masta (Bola)
Antoine Oppenheim (Tony)
Yves Pignot (René)
Aurélien Recoing (Jimenez)
SINOPSIS
Un grupo de policías asalta un piso de delincuentes para vengar por su propia cuenta el asesinato de un compañero, pero al llegar al lugar son sorprendidos y hechos prisioneros por estos. Cuándo están a punto de ser ejecutados, comienzan a desencadenarse una serie de extraño sucesos por los cuales los muertos vuelven a la vida con una agresividad inusitada. Ahora, si quieren salir del lugar, policías y delincuentes deberán unir sus fuerzas.
Violenta y oscura, la cinta de Dahan y Rocher manifiesta una vez más el estupendo momento que vive el cine de terror francés. Apoyado en unas constantes como son personajes más complejos de lo habitual o la utilización casi extrema de la violencia gráfica, el horror galo ha ido dejando en los últimos años un puñado de títulos muy a tener en cuenta (Alta tensión, Frontier(s) o Martyrs). De esta manera, La horda traslada a los citados postulados el género zombie.
Con un presupuesto ajustado pero muy bien aprovechado, la película destaca por el ambiente opresivo conferido al edificio en el cual se desarrolla el grueso de la acción. La fotografía es turbia, tanto como los personajes que desfilan por la trama, donde no hay lugar para los héroes y si para sujetos amorales y egoístas, esa es la base para la supervivencia. De hecho la película realiza varios parones en la, por otra parte, adrenalítica acción, para poder dibujar un poco mejor las miserias de los protagonistas (a ese aspecto dice mucho la secuencia en la que se burlan de una zombie a la que tienen controlada).
La violencia es constante y se dibuja en la pantalla con un acertado uso de los efectos de pirotecnia hábilmente combinados con los hoy por hoy indispensables efectos informáticos. El maquillaje asimismo también cumple con su cometido notablemente, y nos define unos zombies terroríficos llenos de dientes afilados y rostros salvajes.
El mayor pero estaría en la forma en la cual se plasma a estos zombies en la película. En un comienzo y para dar mayor ferocidad a estos podemos contemplar el carácter prácticamente indestructible de estos, para, según avanza el metraje, acercarlos más a vertientes más clásicas (y con el inconfundible añadido actual de hacerlos terriblemente rápidos) que den credibilidad a la idea que quede algún superviviente sobre el que sustentar la historia.
Una muestra más del buen hacer del cine francés en materia de terror, así como la demostración palpable de que no son necesarios grandes despliegues presupuestarios para realizar una cinta efectiva y efectista.
Escena: El enfrentamiento de Ouessem subido sobre un coche contra decenas de zombies y que sirve de inspiración para la caratula promocional.
Lo mejor: Unos personajes oscuros donde no se diferencia entre policías (evidentemente corruptos) y criminales.
Lo peor: La variación en el concepto de los zombies, iniciado como seres prácticamente indestructibles y con una fuerza brutal, para más adelante acercarse más a los postulados más tradicionales, ya que de lo contrario no quedarían protagonistas vivos para el minuto diez.
Curiosidad: El productor Xavier Gens es director de la también brutal y disfrutable Frontier(s) (2007).
Valoración: 8/10
Dirección-Yannick Dahan/Benjamin Rocher
Guión-Arnaud Bordas/Stéphane Moïssakis/ Yannick Dahan/Benjamin Rocher
Fotografía-Julien Meurice
Música-Christopher Lennertz
Producción-Xavier Gens/Raphaël Rocher
INTERPRÉTES
Claude Perron (Aurore)
Jean-Pierre Martins (Ouessem)
Eriq Ebouaney (Adewale)
Doudou Masta (Bola)
Antoine Oppenheim (Tony)
Yves Pignot (René)
Aurélien Recoing (Jimenez)
SINOPSIS
Un grupo de policías asalta un piso de delincuentes para vengar por su propia cuenta el asesinato de un compañero, pero al llegar al lugar son sorprendidos y hechos prisioneros por estos. Cuándo están a punto de ser ejecutados, comienzan a desencadenarse una serie de extraño sucesos por los cuales los muertos vuelven a la vida con una agresividad inusitada. Ahora, si quieren salir del lugar, policías y delincuentes deberán unir sus fuerzas.
Violenta y oscura, la cinta de Dahan y Rocher manifiesta una vez más el estupendo momento que vive el cine de terror francés. Apoyado en unas constantes como son personajes más complejos de lo habitual o la utilización casi extrema de la violencia gráfica, el horror galo ha ido dejando en los últimos años un puñado de títulos muy a tener en cuenta (Alta tensión, Frontier(s) o Martyrs). De esta manera, La horda traslada a los citados postulados el género zombie.
Con un presupuesto ajustado pero muy bien aprovechado, la película destaca por el ambiente opresivo conferido al edificio en el cual se desarrolla el grueso de la acción. La fotografía es turbia, tanto como los personajes que desfilan por la trama, donde no hay lugar para los héroes y si para sujetos amorales y egoístas, esa es la base para la supervivencia. De hecho la película realiza varios parones en la, por otra parte, adrenalítica acción, para poder dibujar un poco mejor las miserias de los protagonistas (a ese aspecto dice mucho la secuencia en la que se burlan de una zombie a la que tienen controlada).
La violencia es constante y se dibuja en la pantalla con un acertado uso de los efectos de pirotecnia hábilmente combinados con los hoy por hoy indispensables efectos informáticos. El maquillaje asimismo también cumple con su cometido notablemente, y nos define unos zombies terroríficos llenos de dientes afilados y rostros salvajes.
El mayor pero estaría en la forma en la cual se plasma a estos zombies en la película. En un comienzo y para dar mayor ferocidad a estos podemos contemplar el carácter prácticamente indestructible de estos, para, según avanza el metraje, acercarlos más a vertientes más clásicas (y con el inconfundible añadido actual de hacerlos terriblemente rápidos) que den credibilidad a la idea que quede algún superviviente sobre el que sustentar la historia.
Una muestra más del buen hacer del cine francés en materia de terror, así como la demostración palpable de que no son necesarios grandes despliegues presupuestarios para realizar una cinta efectiva y efectista.
Escena: El enfrentamiento de Ouessem subido sobre un coche contra decenas de zombies y que sirve de inspiración para la caratula promocional.
Lo mejor: Unos personajes oscuros donde no se diferencia entre policías (evidentemente corruptos) y criminales.
Lo peor: La variación en el concepto de los zombies, iniciado como seres prácticamente indestructibles y con una fuerza brutal, para más adelante acercarse más a los postulados más tradicionales, ya que de lo contrario no quedarían protagonistas vivos para el minuto diez.
Curiosidad: El productor Xavier Gens es director de la también brutal y disfrutable Frontier(s) (2007).
Valoración: 8/10
miércoles, 28 de septiembre de 2011
DYLAN DOG, LOS MUERTOS DE LA NOCHE (Dylan Dog, dead of night, 2010) 107´
"No pulse, no problem”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Kevin Munroe
Guión-Thomas Dean Donnelly/Joshua Oppenheimer
Fotografía-Geoffrey Hall
Música-Klaus Badelt
Producción-Tawny Ellis/Harrison Kordestani/Scott Mitchell Rosenberg/Steven Squillante
INTERPRÉTES
Brandon Routh (Dylan Dog)
Anita Briem (Elizabeth)
Sam Huntington (Marcus)
Peter Stormare (Gabriel)
Taye Diggs (Vargas)
Kurt Angle (Wolfgang)
Andrew Sensenig (Rosenberg)
SINOPSIS
Dylan Dog es un detective privado que se dedica a infidelidades y engaños a aseguradoras. Un día es solicitado para un caso que le devuelve a su pasado más oscuro, cuándo trabajaba de mediador entre las razas de la noche, vampiros, hombres lobo y zombies, ocultos y viviendo entre nosotros.
Intento de llevar a las pantallas cinematográficas el tebeo de Tiziano Sclavi, dirigido por Kevin Munroe, experto animador y director de la versión en cine y animada de las Tortugas Ninja de 2007, y que supone un fracaso fundamentado en varios argumentos.
En primer lugar el guión es caótico. Sin basarse en ninguna de las historias del tebeo de Sclavi, parte de una historia original para intentar abarcar en una película toda clase de criaturas y situaciones, lo que evidentemente provoca un maremagno de ideas que es imposible reflejar en cien minutos de metraje. Esto hace que aparezcan y desaparezcan personajes, se tomen caminos que luego se abandonen y se dé una sensación de inconexión total entre escenas.
Munroe contó además con un holgado presupuesto de más de veinte millones de dólares que para nada quedan reflejados en pantalla. A ese respecto tan solo la ambientación de la ciudad está en cierta medida lograda, sin embargo los efectos especiales son muy irregulares y las criaturas tienen un diseño de película de serie Z rematados con unos maquillajes nada aparentes.
El director además transmite su inexperiencia en el cine con actores por su falta de definición. El tono de comedia de chiste fácil y frases tópicas funciona mejor en el cine de animación, sin embargo en este caso da a la cinta un aire infantilizado que la acerca más a series como Embrujadas o Buffy (de quién hay evidentes influencias y no solo en el maquillaje de los vampiros) que a títulos como Constantine (2005), con quien parece querer compararse (ese ayudante calcado al Shia Labeouf de la cinta de Francis Lawrence). Esa falta de experiencia con actores se denota también en lo mal dirigidos que estos están, con un Brandon Routh totalmente inexpresivo y con el resto de intérpretes pasados de vueltas (incluido Peter Stormare).
Tras acabar de ver la cinta a uno le queda la sensación de haber visionado un capítulo doble de las mencionadas serie televisivas Buffy o Embrujadas, con la única salvedad de contar con presupuesto para diez episodios.
Escena: El momento en que Dylan, Marcus y Elizabeth se dirigen en busca de recambios humanos para el segundo a un local clandestino habilitado a tal fín.
Lo mejor: Consigue transmitir por momentos el grafismo del tebeo en que se basa.
Lo peor: Es tal el batiburrillo de ideas plasmadas en el guión que hace no funcione ninguna.
Curiosidad: El personaje de Dylan está inspirado físicamente en el actor Rupert Everett, una petición que Sclavi hizo al dibujante Claudo Villa. Tal vez los más de cincuenta años de Everett hayan imposibilitado protagonizará el mismo la cinta de Munroe.
Valoración: 4/10
Dirección-Kevin Munroe
Guión-Thomas Dean Donnelly/Joshua Oppenheimer
Fotografía-Geoffrey Hall
Música-Klaus Badelt
Producción-Tawny Ellis/Harrison Kordestani/Scott Mitchell Rosenberg/Steven Squillante
INTERPRÉTES
Brandon Routh (Dylan Dog)
Anita Briem (Elizabeth)
Sam Huntington (Marcus)
Peter Stormare (Gabriel)
Taye Diggs (Vargas)
Kurt Angle (Wolfgang)
Andrew Sensenig (Rosenberg)
SINOPSIS
Dylan Dog es un detective privado que se dedica a infidelidades y engaños a aseguradoras. Un día es solicitado para un caso que le devuelve a su pasado más oscuro, cuándo trabajaba de mediador entre las razas de la noche, vampiros, hombres lobo y zombies, ocultos y viviendo entre nosotros.
Intento de llevar a las pantallas cinematográficas el tebeo de Tiziano Sclavi, dirigido por Kevin Munroe, experto animador y director de la versión en cine y animada de las Tortugas Ninja de 2007, y que supone un fracaso fundamentado en varios argumentos.
En primer lugar el guión es caótico. Sin basarse en ninguna de las historias del tebeo de Sclavi, parte de una historia original para intentar abarcar en una película toda clase de criaturas y situaciones, lo que evidentemente provoca un maremagno de ideas que es imposible reflejar en cien minutos de metraje. Esto hace que aparezcan y desaparezcan personajes, se tomen caminos que luego se abandonen y se dé una sensación de inconexión total entre escenas.
Munroe contó además con un holgado presupuesto de más de veinte millones de dólares que para nada quedan reflejados en pantalla. A ese respecto tan solo la ambientación de la ciudad está en cierta medida lograda, sin embargo los efectos especiales son muy irregulares y las criaturas tienen un diseño de película de serie Z rematados con unos maquillajes nada aparentes.
El director además transmite su inexperiencia en el cine con actores por su falta de definición. El tono de comedia de chiste fácil y frases tópicas funciona mejor en el cine de animación, sin embargo en este caso da a la cinta un aire infantilizado que la acerca más a series como Embrujadas o Buffy (de quién hay evidentes influencias y no solo en el maquillaje de los vampiros) que a títulos como Constantine (2005), con quien parece querer compararse (ese ayudante calcado al Shia Labeouf de la cinta de Francis Lawrence). Esa falta de experiencia con actores se denota también en lo mal dirigidos que estos están, con un Brandon Routh totalmente inexpresivo y con el resto de intérpretes pasados de vueltas (incluido Peter Stormare).
Tras acabar de ver la cinta a uno le queda la sensación de haber visionado un capítulo doble de las mencionadas serie televisivas Buffy o Embrujadas, con la única salvedad de contar con presupuesto para diez episodios.
Escena: El momento en que Dylan, Marcus y Elizabeth se dirigen en busca de recambios humanos para el segundo a un local clandestino habilitado a tal fín.
Lo mejor: Consigue transmitir por momentos el grafismo del tebeo en que se basa.
Lo peor: Es tal el batiburrillo de ideas plasmadas en el guión que hace no funcione ninguna.
Curiosidad: El personaje de Dylan está inspirado físicamente en el actor Rupert Everett, una petición que Sclavi hizo al dibujante Claudo Villa. Tal vez los más de cincuenta años de Everett hayan imposibilitado protagonizará el mismo la cinta de Munroe.
Valoración: 4/10
sábado, 24 de septiembre de 2011
LEYENDA URBANA 3, BLOODY MARY (Urban legend 3, bloody Mary, 2005) 89´
“Some legends can´t be buried”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Mary Lambert
Guión-Michael Dougherty/Dan Harris
Fotografía-Ian Fox
Música-Jeff Rona
Producción-Aaron Merrell/Scott Messer/Louis Phillips
INTERPRÉTES
Kate Mara (Samantha Owens)
Robert Vito (David Owens)
Tina Lifford (Grace Taylor)
Ed Marinaro (Bill Owens)
Michael Coe (Buck Jacoby)
Lillith Fields (Mary Banner)
SINOPSIS
En 1969 durante un baile en el instituto, Mary Banner es violada por el capitán del equipo de futbol del colegio, quien la mata accidentalmente, deshaciéndose más tarde del cuerpo. Años más tarde varias amigas juegan a invocar el fantasma de Mary en virtud de una leyenda urbana que cuenta que si repites su nombre en cinco ocasiones delante de un espejo, esta se aparece.
Última entrega de la saga, rodada para su explotación directa en el mercado del DVD y que dirige sin ningún tipo de alma una poco inspirada Mary Lambert, directora de la estupenda Cementerio viviente (1989). La película tiene una estructura de telefilm que solo dibuja su aire más terrorífico en las secuencias de las muertes. Por lo demás se trata de una prototípica cinta de misterio que trata de indagar en que es lo que le sucedió esa noche de 1969 a Mary.
Para justificar la inserción de este título en la trilogía, iniciada en 1998 por Jamie Blanks, se intercalan las citadas muertes, envolviendo las mismas en casuísticas relatadas en las leyendas urbanas más fácilmente reconocibles por el espectador (a ese respecto podemos encontrar entre otras la leyenda del perro que lame la mano de su amo o la de la chica que incuba bajo su piel un nido de arañas, versiones de leyendas urbanas conocidas a nivel internacional).
Los efectos especiales que enmascaran las muertes son bastante pobres y se identifica con demasiada facilidad su origen infográfico, algo que resta dramatismo a dichas secuencias por lo evidente de su falsedad. El ejemplo más representativo de esta idea la podemos ver en la secuencia de las arañas saliendo de la piel de una de las protagonistas.
Decepcionante título que apenas si logra su objetivo de mero entretenimiento como cinta de terror teen.
Escena: Por ser la más simpática de la película, el momento en que el profesor está explicando el comportamiento de los primates dominantes mientras visualizamos la forma de comportarse de los miembros del equipo de futbol, fiel reflejo de las palabras del maestro.
Lo mejor: La planificación sobre el papel de las muertes, aunque los torpes efectos especiales no logren el resultado deseado en el momento de escribirlas.
Lo peor: Certificar que el talento de Mary Lambert en la estupenda Cementerio Viviente no se ha postergado en el tiempo instalándose en el terror más casposo.
Curiosidad: Existe una cinta de 2007 titulada Ghosts of goldfield que en algunos circuitos se ha hecho pasar como si de una cuarta entrega se tratara, aunque no tiene nada que ver con el leit motive de la saga.
Valoración: 3/10
Dirección-Mary Lambert
Guión-Michael Dougherty/Dan Harris
Fotografía-Ian Fox
Música-Jeff Rona
Producción-Aaron Merrell/Scott Messer/Louis Phillips
INTERPRÉTES
Kate Mara (Samantha Owens)
Robert Vito (David Owens)
Tina Lifford (Grace Taylor)
Ed Marinaro (Bill Owens)
Michael Coe (Buck Jacoby)
Lillith Fields (Mary Banner)
SINOPSIS
En 1969 durante un baile en el instituto, Mary Banner es violada por el capitán del equipo de futbol del colegio, quien la mata accidentalmente, deshaciéndose más tarde del cuerpo. Años más tarde varias amigas juegan a invocar el fantasma de Mary en virtud de una leyenda urbana que cuenta que si repites su nombre en cinco ocasiones delante de un espejo, esta se aparece.
Última entrega de la saga, rodada para su explotación directa en el mercado del DVD y que dirige sin ningún tipo de alma una poco inspirada Mary Lambert, directora de la estupenda Cementerio viviente (1989). La película tiene una estructura de telefilm que solo dibuja su aire más terrorífico en las secuencias de las muertes. Por lo demás se trata de una prototípica cinta de misterio que trata de indagar en que es lo que le sucedió esa noche de 1969 a Mary.
Para justificar la inserción de este título en la trilogía, iniciada en 1998 por Jamie Blanks, se intercalan las citadas muertes, envolviendo las mismas en casuísticas relatadas en las leyendas urbanas más fácilmente reconocibles por el espectador (a ese respecto podemos encontrar entre otras la leyenda del perro que lame la mano de su amo o la de la chica que incuba bajo su piel un nido de arañas, versiones de leyendas urbanas conocidas a nivel internacional).
Los efectos especiales que enmascaran las muertes son bastante pobres y se identifica con demasiada facilidad su origen infográfico, algo que resta dramatismo a dichas secuencias por lo evidente de su falsedad. El ejemplo más representativo de esta idea la podemos ver en la secuencia de las arañas saliendo de la piel de una de las protagonistas.
Decepcionante título que apenas si logra su objetivo de mero entretenimiento como cinta de terror teen.
Escena: Por ser la más simpática de la película, el momento en que el profesor está explicando el comportamiento de los primates dominantes mientras visualizamos la forma de comportarse de los miembros del equipo de futbol, fiel reflejo de las palabras del maestro.
Lo mejor: La planificación sobre el papel de las muertes, aunque los torpes efectos especiales no logren el resultado deseado en el momento de escribirlas.
Lo peor: Certificar que el talento de Mary Lambert en la estupenda Cementerio Viviente no se ha postergado en el tiempo instalándose en el terror más casposo.
Curiosidad: Existe una cinta de 2007 titulada Ghosts of goldfield que en algunos circuitos se ha hecho pasar como si de una cuarta entrega se tratara, aunque no tiene nada que ver con el leit motive de la saga.
Valoración: 3/10
jueves, 22 de septiembre de 2011
LEYENDA URBANA 2 (Urban legend 2, final cut, 2000) 94´
“Las leyendas nunca mueren.”
FICHA TÉCNICA
Dirección-John Ottman
Guión -Paul Harris Boardman/Scott Derrickson
Fotografía-Brian Pearson
Música-John Ottman
Producción-Gina Mathews/Neal H.Moritz/Richard Luke Rothschild
INTERPRÉTES
Jennifer Morrison (Amy Mayfield)
Mathew Davis (Trevor-Travis Stark)
Hart Bochner (Profesor Solomon)
Loretta Devine (Reese Wilson)
Joseph Lawrence (Graham Manning)
Eva Mendes (Vanessa Valdeon)
SINOPSIS
La Universidad Alpine es una reputada escuela de cine donde los estudiantes sueñan con convertirse en reconocidos directores cinematográficos. Es tanto el deseo por hacerse con el galardón Hitchcock, premio que abriría las puertas de Hollywood, que el campus comienza a sembrarse de cadáveres.
John Ottman, compositor de numerosas partituras cinematográficas, dirige sin demasiado brío esta secuela de Leyenda Urbana (1998) que trata de, sin perder su conexión con la cinta de Jamie Blanks, desmarcarse de la tópica segunda entrega que se limita a repetir el esquema argumental de la obra pionera.
La película no consigue ese ritmo narrativo propio de este tipo de producciones que aligeran el visionado y lo hacen más disfrutable. A este respecto y a pesar de intentar captar la atención del espectador con un prólogo engañoso, la película no termina de encontrar su lugar, alejándose por momentos del tema central de las leyendas urbanas para intentar buscar su propio hueco, fracasando en el intento.
Nuevo plantel de actores jóvenes (destacar la presencia de una novata Eva Mendes) que no aportan nada nuevo a uno personajes planos y estereotipados. La televisiva Jennifer Morrison (House) recoge el testigo legado por Alicia Witt como protagonista principal.
Trasunto de secuela y relectura del punto central del primer guión escrito por Silvio Horta, la única película de Ottman (además de una cinta de finales de los ochenta) no termina de cuajar entre otras cosas por el fallido look del asesino misterioso, ya utilizado en la primera entrega y que no logra crear una imagen siniestra del mismo, resultando más bien paródica.
Uno de los muchísimos títulos para ver y olvidar una vez finaliza la proyección.
Escena: La secuencia que nos recuerda la famosa leyenda del órgano extirpado tras una noche de borrachera, la única que recoge con acierto la esencia de la saga.
Lo mejor: Un intento por hacer algo diferente, eludiendo conscientemente los postulados tan marcados en la primera entrega.
Lo peor: Solo consigue su objetivo a medias, convirtiéndose más en parodia que en una renovación de la idea original.
Curiosidad: Para hacer honor al confeso homenaje a Hitchcock poniendo su nombre al premio por el que luchan los alumnos, en los títulos de crédito finales podemos disfrutar de una versión de la famosa melodía de la cabecera del serie del orondo director, “Alfred Hitchcock presenta”.
Valoración: 5/10
Dirección-John Ottman
Guión -Paul Harris Boardman/Scott Derrickson
Fotografía-Brian Pearson
Música-John Ottman
Producción-Gina Mathews/Neal H.Moritz/Richard Luke Rothschild
INTERPRÉTES
Jennifer Morrison (Amy Mayfield)
Mathew Davis (Trevor-Travis Stark)
Hart Bochner (Profesor Solomon)
Loretta Devine (Reese Wilson)
Joseph Lawrence (Graham Manning)
Eva Mendes (Vanessa Valdeon)
SINOPSIS
La Universidad Alpine es una reputada escuela de cine donde los estudiantes sueñan con convertirse en reconocidos directores cinematográficos. Es tanto el deseo por hacerse con el galardón Hitchcock, premio que abriría las puertas de Hollywood, que el campus comienza a sembrarse de cadáveres.
John Ottman, compositor de numerosas partituras cinematográficas, dirige sin demasiado brío esta secuela de Leyenda Urbana (1998) que trata de, sin perder su conexión con la cinta de Jamie Blanks, desmarcarse de la tópica segunda entrega que se limita a repetir el esquema argumental de la obra pionera.
La película no consigue ese ritmo narrativo propio de este tipo de producciones que aligeran el visionado y lo hacen más disfrutable. A este respecto y a pesar de intentar captar la atención del espectador con un prólogo engañoso, la película no termina de encontrar su lugar, alejándose por momentos del tema central de las leyendas urbanas para intentar buscar su propio hueco, fracasando en el intento.
Nuevo plantel de actores jóvenes (destacar la presencia de una novata Eva Mendes) que no aportan nada nuevo a uno personajes planos y estereotipados. La televisiva Jennifer Morrison (House) recoge el testigo legado por Alicia Witt como protagonista principal.
Trasunto de secuela y relectura del punto central del primer guión escrito por Silvio Horta, la única película de Ottman (además de una cinta de finales de los ochenta) no termina de cuajar entre otras cosas por el fallido look del asesino misterioso, ya utilizado en la primera entrega y que no logra crear una imagen siniestra del mismo, resultando más bien paródica.
Uno de los muchísimos títulos para ver y olvidar una vez finaliza la proyección.
Escena: La secuencia que nos recuerda la famosa leyenda del órgano extirpado tras una noche de borrachera, la única que recoge con acierto la esencia de la saga.
Lo mejor: Un intento por hacer algo diferente, eludiendo conscientemente los postulados tan marcados en la primera entrega.
Lo peor: Solo consigue su objetivo a medias, convirtiéndose más en parodia que en una renovación de la idea original.
Curiosidad: Para hacer honor al confeso homenaje a Hitchcock poniendo su nombre al premio por el que luchan los alumnos, en los títulos de crédito finales podemos disfrutar de una versión de la famosa melodía de la cabecera del serie del orondo director, “Alfred Hitchcock presenta”.
Valoración: 5/10
miércoles, 21 de septiembre de 2011
LEYENDA URBANA (Urban legend, 1998) 95´
“Ocurrió a alguien que conoce a alguien que tú conoces. Tu eres el próximo”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Jamie Blanks
Guión-Silvio Horta
Fotografía-James Cressanthis
Música-Paul Young/Christopher Young
Producción-Brad Luff
INTERPRÉTES
Alicia Witt (Natalie Simon)
Jared Leto (Paul Gardener)
Rebecca Gayheart (Brenda Bates)
Michael Rosenbaum (Parker Riley)
Joshua Jackson (Damon Brooks)
Loretta Devine (Reese Wilson)
Robert Englund (Profesor William Wexler)
SINOPSIS
Michelle conduce su automovil en una noche lluviosa. Se queda sin gasolina así que para en una estación a repostar. La forma de actuar del trabajador de la gasolinera inquieta a la joven que asustada monta en su coche y huye del lugar. Lo que no sabe es que este solamente quería advertirle de la presencia de alguien oculto en la parte de atrás del auto.
El arrollador éxito de Scream (1996) es el principal responsable del presente título, que repite las premisas de la cinta de Craven, a saber, un plantel de caras conocidas y juveniles, en su mayoría provenientes del mundo de la televisión (y que sirven de reclamo al público más adolescente), unas muertes visual y conceptualmente originales, muchos sospechosos y un asesino misterioso.
Sobre estos mimbres se sustenta Leyenda urbana, cuyo mayor atractivo es el uso de las citadas leyendas urbanas para dar forma a los diferentes asesinatos, en un guión por lo demás, carente de originalidad más allá del punto de partida mencionado. El paso del tiempo, además, no ha jugado demasiado a su favor, en especial por la proliferación que tuvo lugar a finales de los noventa y principios del nuevo milenio de cintas de temática similar.
Junto a los citados protagonistas más jóvenes podemos encontrarnos a veteranos del terror como Robert Englund, Julian Richings o Brad Douriff en un recurso cada vez más utilizado como es el de servir de cebo para los amantes del género.
Entretenido slasher cuyo éxito (recaudo cinco veces su coste) propicio un par de secuelas de inferior calidad.
Escena: El prólogo con Natasha Gregson Wagner y Brad Douriff, el cual crea un precedente visual y conceptual que si bien no se mantiene a lo largo de toda la cinta, consigue presentar una secuencia de terror notable.
Lo mejor: La idea de basar las muertes en leyendas urbanas que todos conocemos es un punto de originalidad a su favor en el trillado género del slasher.
Lo peor: No tiene ninguna capacidad de sorprender, sometiéndose a los dictámenes reinaugurados poco tiempo atrás por Scream, aunque con menor acierto.
Curiosidad: El apellido del personaje de Rebecca Gayheart homenajea al conocido Norman Bates, protagonista de la laureada Psicosis (1960).
Valoración: 6/10
Dirección-Jamie Blanks
Guión-Silvio Horta
Fotografía-James Cressanthis
Música-Paul Young/Christopher Young
Producción-Brad Luff
INTERPRÉTES
Alicia Witt (Natalie Simon)
Jared Leto (Paul Gardener)
Rebecca Gayheart (Brenda Bates)
Michael Rosenbaum (Parker Riley)
Joshua Jackson (Damon Brooks)
Loretta Devine (Reese Wilson)
Robert Englund (Profesor William Wexler)
SINOPSIS
Michelle conduce su automovil en una noche lluviosa. Se queda sin gasolina así que para en una estación a repostar. La forma de actuar del trabajador de la gasolinera inquieta a la joven que asustada monta en su coche y huye del lugar. Lo que no sabe es que este solamente quería advertirle de la presencia de alguien oculto en la parte de atrás del auto.
El arrollador éxito de Scream (1996) es el principal responsable del presente título, que repite las premisas de la cinta de Craven, a saber, un plantel de caras conocidas y juveniles, en su mayoría provenientes del mundo de la televisión (y que sirven de reclamo al público más adolescente), unas muertes visual y conceptualmente originales, muchos sospechosos y un asesino misterioso.
Sobre estos mimbres se sustenta Leyenda urbana, cuyo mayor atractivo es el uso de las citadas leyendas urbanas para dar forma a los diferentes asesinatos, en un guión por lo demás, carente de originalidad más allá del punto de partida mencionado. El paso del tiempo, además, no ha jugado demasiado a su favor, en especial por la proliferación que tuvo lugar a finales de los noventa y principios del nuevo milenio de cintas de temática similar.
Junto a los citados protagonistas más jóvenes podemos encontrarnos a veteranos del terror como Robert Englund, Julian Richings o Brad Douriff en un recurso cada vez más utilizado como es el de servir de cebo para los amantes del género.
Entretenido slasher cuyo éxito (recaudo cinco veces su coste) propicio un par de secuelas de inferior calidad.
Escena: El prólogo con Natasha Gregson Wagner y Brad Douriff, el cual crea un precedente visual y conceptual que si bien no se mantiene a lo largo de toda la cinta, consigue presentar una secuencia de terror notable.
Lo mejor: La idea de basar las muertes en leyendas urbanas que todos conocemos es un punto de originalidad a su favor en el trillado género del slasher.
Lo peor: No tiene ninguna capacidad de sorprender, sometiéndose a los dictámenes reinaugurados poco tiempo atrás por Scream, aunque con menor acierto.
Curiosidad: El apellido del personaje de Rebecca Gayheart homenajea al conocido Norman Bates, protagonista de la laureada Psicosis (1960).
Valoración: 6/10
FETUS (Fetus, 2008) 70´
FICHA TÉCNICA
Dirección-Brian Paulin
Guión-Brian Paulin
Fotografía-Brian Paulin
Música-Brian Paulin
Producción-Brian Paulin/Stacey Paulin
INTERPRÉTES
Brian Paulin (Kevin)
Nette Detroy (Sara)
Joe Johnson (Ayudante Medico)
Richard Caron (Doctor)
Kevin Barbare (Encargado tienda)
SINOPSIS
Kevin asiste al parto de su mujer. Pero este se complica y acaba trágicamente con la vida de la madre y del bebe. Embargado por el dolor Kevin busca solución en un libro de rituales para tratar de resucitar a su esposa fallecida.
Tras Bone Sickness, Fetus se antojaba una entretenida muestra de cine gore. Así había sucedido con el anterior trabajo de Brian Paulin, quien trataba de dar seriedad y cierto aspecto profesional a una cinta de corte amateur. Pero mientras su anterior título salía indemne y airoso, no sucede así con Fetus que termina por aburrir al espectador en un maremágnum de secuencias confusas.
Y es que el principal error de su director, guionista y artífice principal, es tratar de ofrecer una obra seria, con doble lectura y reminiscencias al universo de Clive Barker, dando como resultado una película tremendamente lenta y por extensión aburrida, donde ni siquiera los estupendos efectos de maquillaje ideados por el propio Paulin salvan a la historia del tedio más absoluto.
Una música machacona y cansina y una monopolización de la trama en el personaje de Kevin, interpretado también por el director, en una actuación torpe y sin la fuerza necesaria para cargar con el rol principal, terminan por rematar la película, que pese a durar casi cuarenta minutos menos que la citada Bone Sickness (2004) se antoja bastante más larga en su visionado.
Decepcionante cinta que tiene su mayor problema en el aura existencialista que su director y guionista le confiere, y que por desgracia crean una obra cercana a la pedantería.
Escena: La tortura a las dos primeras víctimas, una muestra del mejor hacer de Paulin en el terreno que realmente domina.
Lo mejor: Los efectos de maquillaje están bien resueltos, máxime careciendo de presupuesto alguno como es el presente caso.
Lo peor: Brian Paulin es un actor nefasto, y que encime monopolice los setenta minutos de metraje hacen de su actuación un suplicio.
Curiosidad: En la tienda de esoterismo podemos ver sendos carteles cinematográficos de Nekromantic y Nekromantic 2, homenaje confeso de Paulin a Buttgereit.
Valoración: 2/10
Dirección-Brian Paulin
Guión-Brian Paulin
Fotografía-Brian Paulin
Música-Brian Paulin
Producción-Brian Paulin/Stacey Paulin
INTERPRÉTES
Brian Paulin (Kevin)
Nette Detroy (Sara)
Joe Johnson (Ayudante Medico)
Richard Caron (Doctor)
Kevin Barbare (Encargado tienda)
SINOPSIS
Kevin asiste al parto de su mujer. Pero este se complica y acaba trágicamente con la vida de la madre y del bebe. Embargado por el dolor Kevin busca solución en un libro de rituales para tratar de resucitar a su esposa fallecida.
Tras Bone Sickness, Fetus se antojaba una entretenida muestra de cine gore. Así había sucedido con el anterior trabajo de Brian Paulin, quien trataba de dar seriedad y cierto aspecto profesional a una cinta de corte amateur. Pero mientras su anterior título salía indemne y airoso, no sucede así con Fetus que termina por aburrir al espectador en un maremágnum de secuencias confusas.
Y es que el principal error de su director, guionista y artífice principal, es tratar de ofrecer una obra seria, con doble lectura y reminiscencias al universo de Clive Barker, dando como resultado una película tremendamente lenta y por extensión aburrida, donde ni siquiera los estupendos efectos de maquillaje ideados por el propio Paulin salvan a la historia del tedio más absoluto.
Una música machacona y cansina y una monopolización de la trama en el personaje de Kevin, interpretado también por el director, en una actuación torpe y sin la fuerza necesaria para cargar con el rol principal, terminan por rematar la película, que pese a durar casi cuarenta minutos menos que la citada Bone Sickness (2004) se antoja bastante más larga en su visionado.
Decepcionante cinta que tiene su mayor problema en el aura existencialista que su director y guionista le confiere, y que por desgracia crean una obra cercana a la pedantería.
Escena: La tortura a las dos primeras víctimas, una muestra del mejor hacer de Paulin en el terreno que realmente domina.
Lo mejor: Los efectos de maquillaje están bien resueltos, máxime careciendo de presupuesto alguno como es el presente caso.
Lo peor: Brian Paulin es un actor nefasto, y que encime monopolice los setenta minutos de metraje hacen de su actuación un suplicio.
Curiosidad: En la tienda de esoterismo podemos ver sendos carteles cinematográficos de Nekromantic y Nekromantic 2, homenaje confeso de Paulin a Buttgereit.
Valoración: 2/10
miércoles, 14 de septiembre de 2011
BLOOD CREEK (Blood creek, 2009) 90´
“...the nightmare has awakened”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Joel Schumacher
Guión-Dave Kajganich
Fotografía-Darko Suvak
Música-David Buckley
Producción-Paul Brooks/Toma LasallyRobyn Meisinger
INTERPRÉTES
Henry Cavill-Evan Marshall
Dominic Purcell-Victor Marshall
Emma Both-Liese Wollner
Michael Fasbender-Wirth
Rainer Winkelvoss-Otto Wollner
Laszlo Matray-Karl Wollner
Joy McBrinn-Sra. Wollner
Shea Whigham-Luke Benny
SINOPSIS
En 1936, los Wollner, una familia de origen alemán residente en Maryland recibe una circular del Tercer Reich para alojar en su granja al profesor Richard Wirth. Setenta años más tarde, y tras permanecer desaparecido durante meses, Victor Marshall se pone en contacto con su hermano. Quiere que le acompañe a una granja donde ha permanecido prisionero por la familia Wollner para ayudarle a vengarse.
Agradable sorpresa dirigida por Joel Schumacher, quien una vez más y como viene siendo habitual en sus últimos trabajos, se mueve en un terreno de presupuestos ajustados. Ya desde un notable prólogo en blanco y negro, el presente título se erige como una muy entretenida cinta de acción terrorífica que aprovecha la base histórica que certifica la relación que tuvo el nazismo con las artes oscuras para crear un terrorífico ser que se alimenta de sangre para lograr la inmortalidad.
Si bien es cierto que el guión no explota todo lo que pudiera la base argumental en la que se sustenta la historia, Schumacher sin complicarse la existencia y bajo una estupenda cobertura gráfica (el grueso de la trama sucede de noche) nos ofrece una cinta dinámica, ágil y con un correcto trasfondo terrorífico. No duda en mover abruptamente la cámara en las secuencias de acción para sumergir al espectador en la trama, siendo el resultado final una historia con postulados cercanos al comic.
El guión dibuja una primera parte donde se van dando pinceladas de los acontecimientos pero sin dejar estos clarificados, lo que provoca en el espectador la tensión propia de no saber a ciencia cierta qué es lo que está sucediendo, otro acierto que imbuye en la película a la audiencia consiguiendo mantener su atención durante la hora y media de metraje. Y eso que una vez nos damos cuenta de lo que sucede, la historia no tiene sorpresa alguna, evidencia remarcada porque el villano de la función, más allá de una presencia física bien resuelta (y que nos recuerda al Beezle de Autopista al infierno y su rostro lleno de escarificaciones), no supone una amenaza apabullante.
Una cinta que si bien una vez disfrutada se olvida rápidamente, no deja de suponer una agradable sorpresa que engancha durante su visionado y que demuestra una vez más que Schumacher se mueve más a gusto en producciones más humildes que en grandes proyectos (nadie podrá olvidar su desastrosa contribución a la franquicia sobre Batman).
Escena: El ataque del caballo resucitado en el interior de la granja.
Lo mejor: Consigue enganchar de principio a fin.
Lo peor: El guión podría haber dado para más, no complicándose demasiado en el desarrollo de la historia.
Curiosidad: La cinta fue estrenada por Lionsgate, la productora, de tapadillo, ya que no estaban muy contentos con el trabajo de Schumacher. Ahora, el boca a boca parece que le está dando una según da oportunidad.
Valoración: 7/10
Dirección-Joel Schumacher
Guión-Dave Kajganich
Fotografía-Darko Suvak
Música-David Buckley
Producción-Paul Brooks/Toma LasallyRobyn Meisinger
INTERPRÉTES
Henry Cavill-Evan Marshall
Dominic Purcell-Victor Marshall
Emma Both-Liese Wollner
Michael Fasbender-Wirth
Rainer Winkelvoss-Otto Wollner
Laszlo Matray-Karl Wollner
Joy McBrinn-Sra. Wollner
Shea Whigham-Luke Benny
SINOPSIS
En 1936, los Wollner, una familia de origen alemán residente en Maryland recibe una circular del Tercer Reich para alojar en su granja al profesor Richard Wirth. Setenta años más tarde, y tras permanecer desaparecido durante meses, Victor Marshall se pone en contacto con su hermano. Quiere que le acompañe a una granja donde ha permanecido prisionero por la familia Wollner para ayudarle a vengarse.
Agradable sorpresa dirigida por Joel Schumacher, quien una vez más y como viene siendo habitual en sus últimos trabajos, se mueve en un terreno de presupuestos ajustados. Ya desde un notable prólogo en blanco y negro, el presente título se erige como una muy entretenida cinta de acción terrorífica que aprovecha la base histórica que certifica la relación que tuvo el nazismo con las artes oscuras para crear un terrorífico ser que se alimenta de sangre para lograr la inmortalidad.
Si bien es cierto que el guión no explota todo lo que pudiera la base argumental en la que se sustenta la historia, Schumacher sin complicarse la existencia y bajo una estupenda cobertura gráfica (el grueso de la trama sucede de noche) nos ofrece una cinta dinámica, ágil y con un correcto trasfondo terrorífico. No duda en mover abruptamente la cámara en las secuencias de acción para sumergir al espectador en la trama, siendo el resultado final una historia con postulados cercanos al comic.
El guión dibuja una primera parte donde se van dando pinceladas de los acontecimientos pero sin dejar estos clarificados, lo que provoca en el espectador la tensión propia de no saber a ciencia cierta qué es lo que está sucediendo, otro acierto que imbuye en la película a la audiencia consiguiendo mantener su atención durante la hora y media de metraje. Y eso que una vez nos damos cuenta de lo que sucede, la historia no tiene sorpresa alguna, evidencia remarcada porque el villano de la función, más allá de una presencia física bien resuelta (y que nos recuerda al Beezle de Autopista al infierno y su rostro lleno de escarificaciones), no supone una amenaza apabullante.
Una cinta que si bien una vez disfrutada se olvida rápidamente, no deja de suponer una agradable sorpresa que engancha durante su visionado y que demuestra una vez más que Schumacher se mueve más a gusto en producciones más humildes que en grandes proyectos (nadie podrá olvidar su desastrosa contribución a la franquicia sobre Batman).
Escena: El ataque del caballo resucitado en el interior de la granja.
Lo mejor: Consigue enganchar de principio a fin.
Lo peor: El guión podría haber dado para más, no complicándose demasiado en el desarrollo de la historia.
Curiosidad: La cinta fue estrenada por Lionsgate, la productora, de tapadillo, ya que no estaban muy contentos con el trabajo de Schumacher. Ahora, el boca a boca parece que le está dando una según da oportunidad.
Valoración: 7/10
domingo, 11 de septiembre de 2011
JOHN RYDER
Películas
Carretera al infierno (1986)
Carretera al infierno (2007)
Víctimas
Personas inocentes que circulan con sus coches por carreteras solitarias y que ingenuamente suben a John Ryder a su automóvil.
Arma principal
Siempre lleva consigo una navaja, aunque es muy amigo de utilizar armas de fuego.
Tipología
Tipo solitario que recorre las carreteras más solitarias en busca de víctimas.
Elige a sus víctimas al azar ya que su modus operandi es hacer autostop hasta que un automóvil para y le recoge.
Tiene una vertiente sádica que le lleva a jugar con algunas de sus víctimas dejándolas sobrevivir pero involucrándolas en un peligroso juego en el que las víctimas parecen los verdugos.
Presenta tendencias autodestructivas hasta el punto de pedir que lo maten.
Oficialmente se desconoce su verdadero nombre, ya que el de John Ryder es el de una de sus víctimas, no hay nada sobre su pasado ni sobre quien es realmente.
No presenta ninguna motivación aparente para hacer lo que hace lo que le vuelve especialmente peligroso, hasta el punto que no le importa asesinar policías.
Actor que lo encarna
Rutger Hauer (Carretera al infierno, 1986)
Sean Bean (Carretera al infierno, 2007)
Muerte
Disparado de frente por Jim Halsey cuándo se encuentra desarmado y acaba de huir del furgón policial que le trasladaba a prisión (Carretera al infierno, 1986).
Le vuelan la cabeza tras ser abatido a tiros tras fugarse del furgón policial que lo custodiaba (Carretera al infierno, 2007).
Carretera al infierno (1986)
Carretera al infierno (2007)
Víctimas
Personas inocentes que circulan con sus coches por carreteras solitarias y que ingenuamente suben a John Ryder a su automóvil.
Arma principal
Siempre lleva consigo una navaja, aunque es muy amigo de utilizar armas de fuego.
Tipología
Tipo solitario que recorre las carreteras más solitarias en busca de víctimas.
Elige a sus víctimas al azar ya que su modus operandi es hacer autostop hasta que un automóvil para y le recoge.
Tiene una vertiente sádica que le lleva a jugar con algunas de sus víctimas dejándolas sobrevivir pero involucrándolas en un peligroso juego en el que las víctimas parecen los verdugos.
Presenta tendencias autodestructivas hasta el punto de pedir que lo maten.
Oficialmente se desconoce su verdadero nombre, ya que el de John Ryder es el de una de sus víctimas, no hay nada sobre su pasado ni sobre quien es realmente.
No presenta ninguna motivación aparente para hacer lo que hace lo que le vuelve especialmente peligroso, hasta el punto que no le importa asesinar policías.
Actor que lo encarna
Rutger Hauer (Carretera al infierno, 1986)
Sean Bean (Carretera al infierno, 2007)
Muerte
Disparado de frente por Jim Halsey cuándo se encuentra desarmado y acaba de huir del furgón policial que le trasladaba a prisión (Carretera al infierno, 1986).
Le vuelan la cabeza tras ser abatido a tiros tras fugarse del furgón policial que lo custodiaba (Carretera al infierno, 2007).
sábado, 10 de septiembre de 2011
CARRETERA AL INFIERNO (The hitcher, 2007) 80´
“Desearas morir”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Dave Meyers
Guión-Eric Red/Jake Wade Wall/Eric Bernt
Fotografía-James Hawkinson
Música-Steve Jablonsky
Producción-Michael Bay/Andrew Form/Bradley Fuller/Charles R.Meeker
INTERPRÉTES
Sophia Bush-Grace Andrews
Sean Bean-John Ryder
Zachary Knighton-Jim Halsey
Neal McDonough-Teniente Esteridge
SINOPSIS
Una pareja se dirige en automóvil a pasar el fin de semana de vacaciones. Circulan por una carretera desierta cuándo en medio de una tormenta casi atropellan a un hombre que se encontraba en medio de la calzada tras sufrir una avería su coche. Asustados deciden no auxiliarlo y continúan su viaje. Varios kilómetros más adelante, en una gasolinera, volverán a encontrarse con el autostopista, y esta vez si lo suben en su automóvil. Acaba de comenzar su pesadilla.
Estupendo y muy fiel remake de la película del mismo título de Robert Harmon rodado por el debutante Dave Meyers, quien realiza un trabajo casi a la altura del original. El hecho de contar entre sus filas con Eric Reed, guionista de la cinta de 1986, permite además que ciertas lagunas del guión original hayan sido mejoradas, (en especial el final, que en este caso esta mejor estructurado), manteniendo además las escenas más impactantes de la historia original.
Este remake presenta además una factura técnica muy depurada, llena de planos muy interesantes que dan empaque a las secuencias (como la conversación entre John Ryder y el teniente Esteridge), todo ello enmarcado en una fotografía excepcional.
Sean Bean carga con la responsabilidad de sustituir a Rutger Hauer como autostopista y la verdad es que sale airoso de la prueba. El actor británico opta por dar otro enfoque a su John Ryder, sin tratar de imitar la portentosa interpretación del holandés. Junto a él la sempiterna pareja de atractivos intérpretes que por lo menos se esfuerzan en dar credibilidad y estar a la altura de los acontecimientos.
Un remake que copia prácticamente todas y cada una de las secuencias de la cinta original y que traslada y adapta a los cánones actuales la película de 1986 (en este sentido se elimina la relación casi homo erótica entre John Ryder y Jim Halsey).
Tal y como sucedió en su momento con la original, el presente remake ha sido ninguneado por crítica y público, y tal y como sucedió en su momento, esta crítica tan negativa se antoja excesiva.
Escena: El momento en que Jim se encuentra atado entre el trailer y la cabina del camión y John Ryder pide a Grace que lo mate, con lo que involuntariamente también acabará con la vida de su novio.
Lo mejor: Una dirección con pulso y buen hacer en la planificación de las tomas.
Lo peor: La inserción de animales creados por ordenador, con u resultado demasiado falso (ese conejo nada más comenzar la cinta o el insecto que se estrella en el parabrisas).
Curiosidad: El hecho que la protagonista esté visionando en la televisión del motel la cinta Los pájaros (1963) no es casual. Es el próximo remake llevado a cabo por la productora de Michael Bay Platinum Dunes y que presumiblemente se estrenará en 2013.
Valoración: 7/10
Dirección-Dave Meyers
Guión-Eric Red/Jake Wade Wall/Eric Bernt
Fotografía-James Hawkinson
Música-Steve Jablonsky
Producción-Michael Bay/Andrew Form/Bradley Fuller/Charles R.Meeker
INTERPRÉTES
Sophia Bush-Grace Andrews
Sean Bean-John Ryder
Zachary Knighton-Jim Halsey
Neal McDonough-Teniente Esteridge
SINOPSIS
Una pareja se dirige en automóvil a pasar el fin de semana de vacaciones. Circulan por una carretera desierta cuándo en medio de una tormenta casi atropellan a un hombre que se encontraba en medio de la calzada tras sufrir una avería su coche. Asustados deciden no auxiliarlo y continúan su viaje. Varios kilómetros más adelante, en una gasolinera, volverán a encontrarse con el autostopista, y esta vez si lo suben en su automóvil. Acaba de comenzar su pesadilla.
Estupendo y muy fiel remake de la película del mismo título de Robert Harmon rodado por el debutante Dave Meyers, quien realiza un trabajo casi a la altura del original. El hecho de contar entre sus filas con Eric Reed, guionista de la cinta de 1986, permite además que ciertas lagunas del guión original hayan sido mejoradas, (en especial el final, que en este caso esta mejor estructurado), manteniendo además las escenas más impactantes de la historia original.
Este remake presenta además una factura técnica muy depurada, llena de planos muy interesantes que dan empaque a las secuencias (como la conversación entre John Ryder y el teniente Esteridge), todo ello enmarcado en una fotografía excepcional.
Sean Bean carga con la responsabilidad de sustituir a Rutger Hauer como autostopista y la verdad es que sale airoso de la prueba. El actor británico opta por dar otro enfoque a su John Ryder, sin tratar de imitar la portentosa interpretación del holandés. Junto a él la sempiterna pareja de atractivos intérpretes que por lo menos se esfuerzan en dar credibilidad y estar a la altura de los acontecimientos.
Un remake que copia prácticamente todas y cada una de las secuencias de la cinta original y que traslada y adapta a los cánones actuales la película de 1986 (en este sentido se elimina la relación casi homo erótica entre John Ryder y Jim Halsey).
Tal y como sucedió en su momento con la original, el presente remake ha sido ninguneado por crítica y público, y tal y como sucedió en su momento, esta crítica tan negativa se antoja excesiva.
Escena: El momento en que Jim se encuentra atado entre el trailer y la cabina del camión y John Ryder pide a Grace que lo mate, con lo que involuntariamente también acabará con la vida de su novio.
Lo mejor: Una dirección con pulso y buen hacer en la planificación de las tomas.
Lo peor: La inserción de animales creados por ordenador, con u resultado demasiado falso (ese conejo nada más comenzar la cinta o el insecto que se estrella en el parabrisas).
Curiosidad: El hecho que la protagonista esté visionando en la televisión del motel la cinta Los pájaros (1963) no es casual. Es el próximo remake llevado a cabo por la productora de Michael Bay Platinum Dunes y que presumiblemente se estrenará en 2013.
Valoración: 7/10
jueves, 8 de septiembre de 2011
CARRETERA AL INFIERNO 2 (The hitcher 2, 2003) 88´
“I´ve been waiting”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Louis Morneau
Guión-Eric Red/Molly Meker
Fotografía-George Mooradian
Música-Joe Kraemer
Producción-Alfred Haber
INTERPRÉTES
Kari Wuhrer-Maggie
Jake Buses-Jack
C. Thomas Howell-Jim Halsey
Shaun Johnston-Sheriff Castillo
Mackenzie Gray-Teniente
SINOPSIS
Dieciséis años después de los acontecimientos vividos por Jim Halsey al subir a su automóvil a un autostopista psicópata, no ha logrado superar el trauma sufrido. Decidido a dejar atrás su pasado, decide volver a la carretera donde sucedió todo junto a su novia. En medio de una tormenta de arena son testigos del accidente de una moto y deciden, pese a la oposición de Jim, subir al conductor en su automóvil. La pesadilla vuelve a repetirse.
Tardía continuación del clásico de los ochenta que tiene a C. Thomas Howell como referente de enlace de la historia, ya que esta secuela continua la historia siguiendo al personaje de Jim, ahora un policia de expeditivos métodos que no ha podido pasar página desde los acontecimientos narrados en la cinta de Robert Harmon. En este sentido la película cuenta con guión del mismo autor del libreto de la cinta de 1986, quien trata de lograr la misma atmósfera de esta, aunque sin obtener los mismos resultados.
Pero no nos equivoquemos, esta segunda entrega es una honrosa continuación (más teniendo en cuenta la categoría de clásico de la primera entrega), que con un formato cercano a la televisión, logra una historia que recoge los elementos más notables de Carretera al infierno, esto es, protagonista acosado por un psicópata que juega con el, paisaje paranoico y asesino constante (con la única salvedad que en esta ocasión se deja entrever cierto origen sobrenatural en el personaje del autostopista, aunque sin llegar a concretar esta idea). Aporta además un par de acertados golpes de guión y unas secuencias de acción francamente bien resueltas.
La atractiva Kari Wuhrer recoge el testigo como protagonista acosado por psicópata y policía, realizando un notable esfuerzo que se salda con una digna interpretación. Como su perseguidor, un Jake Busey sobreactuado y que convierte a su personaje en un bufón sin nada de la personalidad reflejada por Hauer años atrás. Thomas Howell repite rol, siendo su situación profesional bien diferente a dieciséis años atrás, pasando de ídolo de adolescentes con prometedora carrera en el cine a asiduo de la serie B más olvidada.
Una secuela que merece una oportunidad y que vista sin los prejuicios que puede generar a priori es una digna continuación que trata de seguir el camino marcado en la cinta original.
Escena: La secuencia del enfrentamiento entre la avioneta y el camión, bien planificada y filmada para una cinta rodada directamente para su lanzamiento en DVD.
Lo mejor: Es una secuela digna, teniendo además en cuenta la consideración de clásico del título original.
Lo peor: Un pasado de rosca Jake Busey, quien resulta especialmente cargante. Comparar su actuación con la de Rutger Hauer sería punto y aparte.
Curiosidad: Jake Busey es hijo del conocido actor Gary Busey (su parecido físico así lo atestigua), especializado en el cine de acción y acostumbrado a desempeñar el rol de villano.
Valoración: 6/10
Dirección-Louis Morneau
Guión-Eric Red/Molly Meker
Fotografía-George Mooradian
Música-Joe Kraemer
Producción-Alfred Haber
INTERPRÉTES
Kari Wuhrer-Maggie
Jake Buses-Jack
C. Thomas Howell-Jim Halsey
Shaun Johnston-Sheriff Castillo
Mackenzie Gray-Teniente
SINOPSIS
Dieciséis años después de los acontecimientos vividos por Jim Halsey al subir a su automóvil a un autostopista psicópata, no ha logrado superar el trauma sufrido. Decidido a dejar atrás su pasado, decide volver a la carretera donde sucedió todo junto a su novia. En medio de una tormenta de arena son testigos del accidente de una moto y deciden, pese a la oposición de Jim, subir al conductor en su automóvil. La pesadilla vuelve a repetirse.
Tardía continuación del clásico de los ochenta que tiene a C. Thomas Howell como referente de enlace de la historia, ya que esta secuela continua la historia siguiendo al personaje de Jim, ahora un policia de expeditivos métodos que no ha podido pasar página desde los acontecimientos narrados en la cinta de Robert Harmon. En este sentido la película cuenta con guión del mismo autor del libreto de la cinta de 1986, quien trata de lograr la misma atmósfera de esta, aunque sin obtener los mismos resultados.
Pero no nos equivoquemos, esta segunda entrega es una honrosa continuación (más teniendo en cuenta la categoría de clásico de la primera entrega), que con un formato cercano a la televisión, logra una historia que recoge los elementos más notables de Carretera al infierno, esto es, protagonista acosado por un psicópata que juega con el, paisaje paranoico y asesino constante (con la única salvedad que en esta ocasión se deja entrever cierto origen sobrenatural en el personaje del autostopista, aunque sin llegar a concretar esta idea). Aporta además un par de acertados golpes de guión y unas secuencias de acción francamente bien resueltas.
La atractiva Kari Wuhrer recoge el testigo como protagonista acosado por psicópata y policía, realizando un notable esfuerzo que se salda con una digna interpretación. Como su perseguidor, un Jake Busey sobreactuado y que convierte a su personaje en un bufón sin nada de la personalidad reflejada por Hauer años atrás. Thomas Howell repite rol, siendo su situación profesional bien diferente a dieciséis años atrás, pasando de ídolo de adolescentes con prometedora carrera en el cine a asiduo de la serie B más olvidada.
Una secuela que merece una oportunidad y que vista sin los prejuicios que puede generar a priori es una digna continuación que trata de seguir el camino marcado en la cinta original.
Escena: La secuencia del enfrentamiento entre la avioneta y el camión, bien planificada y filmada para una cinta rodada directamente para su lanzamiento en DVD.
Lo mejor: Es una secuela digna, teniendo además en cuenta la consideración de clásico del título original.
Lo peor: Un pasado de rosca Jake Busey, quien resulta especialmente cargante. Comparar su actuación con la de Rutger Hauer sería punto y aparte.
Curiosidad: Jake Busey es hijo del conocido actor Gary Busey (su parecido físico así lo atestigua), especializado en el cine de acción y acostumbrado a desempeñar el rol de villano.
Valoración: 6/10
domingo, 4 de septiembre de 2011
CARRETERA AL INFIERNO (The hitcher, 1986) 93´
“Never pick-up a strange”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Robert Harmon
Guión-Eric Red
Fotografía-John Seale
Música-Mark Isham
Producción-David Bombyk/Paul Lewis/Kip Ohman
INTERPRÉTES
C. Thomas Howell-Jim Halsey
Rutger Hauer-John Ryder
Jennifer Jason Leigh-Nash
Jeffrey DeMunn-Capitán Esteridge
John M.Jackson-Sargento Starr
SINOPSIS
El joven Jim Halsey conduce por una solitaria carretera en medio del desierto. El sueño está venciéndole, así que decide subir al automóvil a un autostopista, pero este enseguida presenta un extraño comportamiento. Al llegar a la altura de un coche abandonado en medio de la cuneta, el autostopista obliga a Jim a continuar, confesando que acaba de matar al conductor de ese automovil y que ahora va a hacer lo mismo con el.
Una película convertida gracias al alquiler de VHS en título de culto, ya que su paso por la taquilla de cine fue más bien discreto. La película se inicia de manera sublime, presentando un primer tercio de película donde la agonía de su protagonista se transmite al espectador plenamente. Desgraciadamente, Robert Harmon no sabe mantener el brutal ritmo de arranque, desinflándose progresivamente, y lastrando con ello la posibilidad de lograr una obra redonda.
Las polvorientas carreteras donde se desarrolla la trama son perfectamente fotografiadas, arrastrando al espectador a la pesadilla sofocante vivida por el protagonista, erigiéndose el desierto en todo un acierto al no dar más opción que el de la huida hacía adelante. A este respecto el aire entre road movie y western insuflado a la película le confieren una personalidad propia dentro del trillado género de los psicokillers.
Buen plantel de actores, con un C. Thomas Howell en pleno apogeo de su éxito, destacando Rutger Hauer, quien como en toda su filmografía, logra transmitir a su personaje su extravagante personalidad, y ello sin recurrir apenas al diálogo. Es a través de su juego de miradas y gestos como logra crear un personaje tan terrorífico como desconocido. Acompañando a la pareja protagonista la bella Jennifer Jason Leigh, musa del cine indie de finales de los ochenta y primeros noventa.
Uno de esos títulos de mediados de los ochenta que si bien en el momento de su estreno no gozaron del favor del público, han ido haciéndose un hueco en el aficionado para convertirse en referente de su época.
Escena: Jim cree haber dejado atrás al autostopista cuándo es adelantado por un coche en el cual viaja una familia, comprobando con horror que Ryder va en el asiento de atrás junto a una niña.
Lo mejor: Un primer tercio sobresaliente que le quita las ganas a cualquiera de subir a ningún desconocido a su coche.
Lo peor: Rutger Hauer no está todo lo aprovechado que pudiera haber sido, cediéndose todo el protagonismo al joven Thomas Howell.
Curiosidad: Jennifer Jason Leigh y Rutger Hauer ya habían trabajado juntos con anterioridad en la indispensable Los señores del acero (1985) dirigida por Paul Vehoeven.
Valoración: 8/10
Dirección-Robert Harmon
Guión-Eric Red
Fotografía-John Seale
Música-Mark Isham
Producción-David Bombyk/Paul Lewis/Kip Ohman
INTERPRÉTES
C. Thomas Howell-Jim Halsey
Rutger Hauer-John Ryder
Jennifer Jason Leigh-Nash
Jeffrey DeMunn-Capitán Esteridge
John M.Jackson-Sargento Starr
SINOPSIS
El joven Jim Halsey conduce por una solitaria carretera en medio del desierto. El sueño está venciéndole, así que decide subir al automóvil a un autostopista, pero este enseguida presenta un extraño comportamiento. Al llegar a la altura de un coche abandonado en medio de la cuneta, el autostopista obliga a Jim a continuar, confesando que acaba de matar al conductor de ese automovil y que ahora va a hacer lo mismo con el.
Una película convertida gracias al alquiler de VHS en título de culto, ya que su paso por la taquilla de cine fue más bien discreto. La película se inicia de manera sublime, presentando un primer tercio de película donde la agonía de su protagonista se transmite al espectador plenamente. Desgraciadamente, Robert Harmon no sabe mantener el brutal ritmo de arranque, desinflándose progresivamente, y lastrando con ello la posibilidad de lograr una obra redonda.
Las polvorientas carreteras donde se desarrolla la trama son perfectamente fotografiadas, arrastrando al espectador a la pesadilla sofocante vivida por el protagonista, erigiéndose el desierto en todo un acierto al no dar más opción que el de la huida hacía adelante. A este respecto el aire entre road movie y western insuflado a la película le confieren una personalidad propia dentro del trillado género de los psicokillers.
Buen plantel de actores, con un C. Thomas Howell en pleno apogeo de su éxito, destacando Rutger Hauer, quien como en toda su filmografía, logra transmitir a su personaje su extravagante personalidad, y ello sin recurrir apenas al diálogo. Es a través de su juego de miradas y gestos como logra crear un personaje tan terrorífico como desconocido. Acompañando a la pareja protagonista la bella Jennifer Jason Leigh, musa del cine indie de finales de los ochenta y primeros noventa.
Uno de esos títulos de mediados de los ochenta que si bien en el momento de su estreno no gozaron del favor del público, han ido haciéndose un hueco en el aficionado para convertirse en referente de su época.
Escena: Jim cree haber dejado atrás al autostopista cuándo es adelantado por un coche en el cual viaja una familia, comprobando con horror que Ryder va en el asiento de atrás junto a una niña.
Lo mejor: Un primer tercio sobresaliente que le quita las ganas a cualquiera de subir a ningún desconocido a su coche.
Lo peor: Rutger Hauer no está todo lo aprovechado que pudiera haber sido, cediéndose todo el protagonismo al joven Thomas Howell.
Curiosidad: Jennifer Jason Leigh y Rutger Hauer ya habían trabajado juntos con anterioridad en la indispensable Los señores del acero (1985) dirigida por Paul Vehoeven.
Valoración: 8/10
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