“…regresa
la pesadilla”
DE
QUE VA:
Un moderno edificio que cuenta con lo último en tecnología se convertirá en una
trampa mortal de la cual sus moradores no podrán escapar al exterior cuándo de
los televisores del complejo emanen al exterior demonios que atacarán y
contagiaran a su vez a los habitantes del lugar, originando una cruenta lucha
entre poseídos y no poseídos por la supervivencia.
QUIEN
LA HACE:
Rápida secuela, apenas un año después, originada por el éxito que supuso Demons
y que vuelve a contar con la participación de Argento y Bava en los roles que
ya desempeñaran en la primera entrega.
QUIEN
SALE:
Como en la película anterior se trata de una obra coral por la cual pululan numerosos
personajes, volviendo a contar Bava con la participación de Bobby Rhodes para
dar vida a un nuevo personaje que nada tiene que ver con el Tony de la primera
Demons, al igual que sucede con Lino Salemme, aquí el guarda de seguridad y en
la película anterior uno de los punks del automóvil. Y si en la cinta de 1985
participaba Fiore Argento ahora le toca el turno a la otra hija de Dario, una
jovencísima Asia Argento en su primer
papel para cine.
QUE
ME GUSTA:
Como en la primera Demons volvemos a encontrarnos decenas de demonios,
espeluznantes maquillajes, secuencias abiertamente gore, efectistas sustos y
una huida continua de los escasos supervivientes entre angostos pasillos y
oscuras salas. La indisimulada crítica a la televisión como medio que introduce
el mal en los hogares ya que el auge de este electrodoméstico supuso el fin del
cine de explotation italiano tan en boga en los setenta y primeros ochenta.
QUE
NO ME GUSTA:
Como espectadores sabemos lo que va a suceder de inicio a fin, ya que de alguna
manera se convierte en una especie de remake de la primera película, con lo que
pierde toda su capacidad para sorprender. Intenta abarcar demasiadas sub tramas
y personajes lo que contrariamente a lo que busca llega a romper en algún
momento el ritmo de la película manteniendo un tempo narrativo más pausado que
su predecesora.
LA
ESCENA:
El ataque del niño demonio, demostrando
Bava y Argento que estaban dispuestos a
saltarse todas las normas a la hora de ofrecer una propuesta terrorífica.
UNA
CURIOSIDAD:
La cinta recuerda vagamente a Videodrome (1983) por esa idea que impera en ambas
de la televisión como fuente maléfica.