Dirección -Larry Cohen
Guión -David J.Schow
Fotografía -Brian Pearson
Música -Jay Chattaway
Producción -Ben Browning/Adam Goldworm/Pascal Verschooris
Fairuza Balk
Michael Moriarty
Warren Kole
Un autobús se avería en una solitaria carretera. Los pasajeros quedan desamparados en medio de la nada. Una de las pasajeras decide continuar a pie el camino. Pero para su desgracia se deberá enfrentar no solo a uno, sino a dos psicópatas que rondan la zona en busca de víctimas.
Larry Cohen da una vuelta de tuerca a la típica historia de chica perseguida por asesino para presentarnos a dos dementes que se mueven de manera independiente, cruzándose sus destinos en un viejo motel. Y para ello se apoya en dar mucha importancia a los personajes, desarrollando sus maltrechas psicologías mediante largas secuencias de diálogo.
La cinta, más allá de estas escenas francamente atractivas se limita a repetir esquemas del cine de carreteras aisladas y asesino suelto (en este caso asesinos), para acabar de una manera un tanto precipitada y absurda. Solo la última escena de los cazadores cazados logra devolver a la cinta a un cierto umbral de originalidad.
Como ya se ha remarcado, lo más destacado para el director son las interpretaciones, donde sobresale muy por encima del resto un perfecto Michael Moriarty, quien se desmarca varios metros de su antagonista Warren Kole. Frente a este par de psicokillers una desaprovechada Fairuza Balk como víctima de sus desmanes.
Tras todo lo expuesto, el presente título merece la pena solo por ver la actuación del mencionado Moriarty.
Escena: El encuentro de los tres personajes en la máquina de bebida del motel.
Valoración: 6/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario