Nacida en Roma en 1975, es hija de la actriz Daria Nicolodi y del cineasta Dario Argento, padre del denominado giallo. Con tales antecedentes no es extraño pues, que la vida de la actriz y directora haya estado ligada desde niña al mundo del cine, y muy íntimamente, al cine de terror.
Pero lejos de anquilosarse como niña de papa, Asia ha buscado una identidad propia, tanto personal como cinematográficamente hablando. Así, su carrera está muy unida al cine más independiente y arriesgado, además de no limitarse a trabajar en Italia, participando en películas norteamericanas o francesas por ejemplo. Asía ha sido galardonada con premios como el David di Donatello o el Grolla D´Oro lo que da fe de su capacidad como intérprete. También ha escrito multitud de relatos en una actividad frenética en incansable.
Asia representa un tipo de mujer en sus composiciones de fuerte carácter, independiente y dura, lo que se asemeja a la mujer que es en la vida real.
Entre su abultada filmografía podemos destacar los siguientes títulos enmarcados en el cine de terror.
Demons 2 (1986): Secuela de la primera Demons y que al igual que esta dirige Lamberto Bava. La cinta se limita a imitar los aciertos de la original con resultados inferiores.
El engendro del diablo (1989): Con una premisa y arranque interesantes, la cinta se enquista en su desarrollo central para convertirse en una nueva entrega de Demons, ya que los paralelismos son evidentes.
Trauma (1993): Dirigida por su padre en una nueva historia con los planteamientos básicos del giallo. No es de lo mejor de Argento.
El fantasma de la ópera (1998): Nuevamente bajo la batuta de su padre en esta nueva adaptación del clásico de Gaston Leroux.
La tierra de los muertos vivientes (2005): Cuarta entrega de la saga de George A. Romero. Aunque algo inferior a sus predecesoras mantiene una alta calidad.
La madre del mal (2007): Asía trabaja en esta ocasión junta a su padre y su madre en este fin de la trilogía de las Tres Madres que Argento inició con Suspiria.
Demons 2 (1986): Secuela de la primera Demons y que al igual que esta dirige Lamberto Bava. La cinta se limita a imitar los aciertos de la original con resultados inferiores.
El engendro del diablo (1989): Con una premisa y arranque interesantes, la cinta se enquista en su desarrollo central para convertirse en una nueva entrega de Demons, ya que los paralelismos son evidentes.
Trauma (1993): Dirigida por su padre en una nueva historia con los planteamientos básicos del giallo. No es de lo mejor de Argento.
El fantasma de la ópera (1998): Nuevamente bajo la batuta de su padre en esta nueva adaptación del clásico de Gaston Leroux.
La tierra de los muertos vivientes (2005): Cuarta entrega de la saga de George A. Romero. Aunque algo inferior a sus predecesoras mantiene una alta calidad.
La madre del mal (2007): Asía trabaja en esta ocasión junta a su padre y su madre en este fin de la trilogía de las Tres Madres que Argento inició con Suspiria.
Polémica y rebelde, Asia representa un prototipo de actriz de caracter, comprometida con el cine indie y un auténtico ejemplo de polivalencia artística.
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