martes, 11 de octubre de 2011

ALMAS CONDENADAS (My soul to take, 2010) 107´





“Uno de ellos tiene la respuesta”

FICHA TÉCNICA

Dirección-Wes Craven
Guión-Wes Craven
Fotografía-Petra Korner
Música-Marco Beltrami
Producción-Wes Craven/Anthony Katagas/Iya Labunka

INTERPRÉTES

Max Thieriot (Bug)
John Magaro (Alex)
Denzel Whitaker (Jerome)
Zena Grey (Penelope)
Nick Lashaway (Brandon)
Paulina Olszynski (Brittany)
Emily Meade (Fang)

SINOPSIS

El pueblo de Rivertown vive aterrorizado por la presencia de una asesino psicópata que ha provocada varias muertes en el lugar. La noche en que la policía por fin da caza y muerte al homicida se producen siete nacimientos. La leyenda cuenta que el alma del asesino se reencarno en uno de esos bebes. Dieciseis años después, los asesinatos vuelven a Rivertown.

Tremendo patinazo de Craven (quien hace un cameo en el inicio de la película) rodado en el mismo año de su vuelta a la saga Scream y que si bien parte de una idea del propio director a priori prometedora, todo se queda en nada a resueltas de un guión muy pobre. La historia está llena de lagunas y fallos de escritura evidentes, los personajes apenas están dibujados, los diálogos en numerosas ocasiones son absurdos y no hay interconexión entre los acontecimientos presentados.

Todo ello da como resultado un conjunto final que deja al espectador con sensación de precipitación en todas las fases de la cinta, afirmación que puede apoyarse en el propio montaje, en ocasiones inconexo, con escenas sin sentido en la trama final o personajes que aparecen y desaparecen a voluntad del director.

Pero si hay un elemento negativo a resaltar es la terrible elección de actores. No hay nadie que se salve de la quema, algo que podemos achacar a un casting pésimo o a una dirección de actores por parte de Craven precipitada y sin interés, argumento que casa con lo escrito en el párrafo anterior.

De esta manera, se produce en el espectador una pérdida de interés progresiva por los acontecimientos narrados, en los cuales ni siquiera cabe resaltar la figura del asesino, que incluso es ninguneado en el por otra parte excesivamente alargado tramo final. Los títulos de crédito finales enmarcados en unas ilustraciones de tinte onírico terminan por rematar la sensación de haber asistido a una tremenda tomadura de pelo por parte del director de Pesadilla en Elm Street (1984).

Un enorme tropezón en el por lo menos generalmente entretenido Wes Craven.

Escena: El prólogo, lleno de toda una suerte de muertes, violencia y sustos.

Lo mejor: Una idea inicial con posibilidades, aunque finalmente lastradas en el guión resultante.

Lo peor: Un casting de actores lamentable que nos hace dudar constantemente y en los momentos pretendidamente con más tensión, si lo que estamos viendo es una cinta de terror o una parodia de estas.

Curiosidad: En los títulos de crédito finales podemos vislumbrar parte del storyboard de la cinta que más adelante daría lugar a algunas de las secuencias de esta.

Valoración: 3/10

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