El Superbeasto es un contendiente retirado de
la lucha libre mexicana que en la actualidad se dedica a filmar películas de
corte erótico con él como máximo protagonista, pudiendo de esa forma dedicarse
a lo que más le apasiona, las mujeres atractivas. Sin embargo no duda en
enfrentarse a los múltiples peligros que acechan tras cada esquina de
Monsterland, el lugar en el que vive. Es por ello que cuándo una exuberante
stripper es secuestrada por un gorila con capacidad para el raciocinio, no duda
en salir a su rescate.
Como todo buen artista polifacético que se
precie, Rob Zombie ha cultivado además de la música y el cine otras facetas
creativas, siendo la creación de comics una de ellas. Así es como gestó al
personaje de El Superbeasto, emulo indisimulado del famoso personaje de El
Santo, un luchador dentro del circuito de la lucha libre mexicana que
trascendió dentro del ámbito del wrestling hasta convertirse en un auténtico
icono pop, lo que le llevaría entre otras cosas a protagonizar varias decenas
de películas con su enmascarado personaje como protagonista y donde se enfrentaba a multitud de enemigos y peligros.
Una vez convertido en un autor reconocido, Rob Zombie pudo cumplir su capricho
de trasladar al formato de película de animación a este personaje y toda la
caterva de secundarios que le acompañaban en sus aventuras sobre el papel,
ofreciendo una curiosa y simpática anomalía dentro de su filmografía.
Zombie pudo contar con el apoyo de entre
otros profesionales dentro de la profesión y del mundo de los dibujos animados, de gente como Douglas Lawrence, más conocido como Mr Lawrence, y quien es
recordado por su labor en Bob Esponja, así como con Tom Klein, productor
durante más de una década de los Simpson.
Si hay que buscar un referente, la cinta es cercana tanto en espíritu
como en estética al estilo más gamberro e irreverente del tótem de la animación
Ralph Bakshi, autor de cintas como El gato Fritz, El señor de los anillos,
Tygra: hielo y fuego o Cool world, una rubia entre dos mundos. Lo que es lo
mismo, Zombie deja de lado su vertiente más seria y retorcida para ofrecer un
entretenimiento ligero, desvergonzado, zafio en su concepción del humor, freak,
y totalmente plagado de guiños al fan del género del terror.
Como no podía ser de otra manera tratándose
de Zombie, la película está plagada de actores, en esta ocasión poniendo voz a
los personajes centrales y secundarios, que son toda una delicia para el
aficionado al horror, y muy especialmente para el seguidor del propio director.
Así, en su versión original la cinta recurre al doblaje de nombres como Ken
Foree (Los renegados del diablo), Rosario Dawson (Sin City), Dee Wallace (Lords of Salem), Cassandra
Peterson (Elvira), Clint Howard (El vendedor de helados), Brian Posehn (Los
renegados del diablo), Geoffrey Lewis (Los renegados del diablo), Danny Trejo
(Los renegados del diablo), Bill Moseley (La casa de los 1000 cadáveres) Sid
Haig (La casa de los 1000 cadáveres), Tura Satana (Faster, Pussycat! Kill!
Kill!) o la eterna musa de Zombie Sheri Moon. Esta idea deja evidenciada la
tendencia del director por rodearse de actores con los que ya hubiera
trabajado, creando de alguna manera un grupo de colaboradores habituales sobre
el que añadir o restar en función del tipo de proyecto a abordar.
La película presenta una curiosa diatriba por
la forma en que contrapone una animación colorista, vital, caricaturesca y por
momentos con un estilo visual enfocado al público infantil y juvenil consumidor
de cartoon networks, frente a unas situaciones mordaces y adultas donde la
violencia, el exceso verbal y un erotismo nada soterrado son constantes. La
película juega además con esa idea impuesta desde los primeros largometrajes de
animación de Disney de insertar temas musicales en la historia, llevando este
principio al estilo absolutamente desenfadado de la propuesta con letras como
“…kilómetros de tetas y un jardín por culo…, haciendo de la obscenidad y el
exceso la principal carta de presentación de la cinta.
The haunted world of The Superbeasto es además
una coctelera en la cual su director puede permitirse el lujo de añadir casi
cualquier cosa que se le pase por la cabeza, desde robots en constante estado
de excitación, zombies nazis en busca de la cabeza del Fuhrer o un demonio
onanista. Pero también es la forma en la que Zombie puede plasmar incesantes
homenajes al tipo de cine que más le gusta, con lo que podemos atisbar a lo
largo de metraje guiños a La novia de Frankestein, La mujer y el monstruo, La matanza de Texas, La mosca, El resplandor,
Halloween, Carrie, Alien, El fantasma de la ópera, Dr Jeckyll y Mr Hyde…amén de
presentar caricaturas de personajes de la propia filmografía de Zombie como son
el Capitán Spaulding, Otis, y Babe.
Sin ser un título redondo, básicamente porque
al tratar de condensar tantos guiños, homenajes e ideas como hemos ido
apuntando en los párrafos anteriores, acaba por convertirse en una cajón
desastre que acaba perdiendo el sentido, su falta de pretensiones y su ajustada
duración, acaban por convertir The haunted world of El Superbeasto en una curiosa rara
avis dentro de la filmografía de un director no dado precisamente a hacernos reír.
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