“Bloodthirsty, cruel, vindictive!”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Jean LaFleur
Guión-Marven McGara
Fotografía-Richard Ciupka
Música
Producción-Julian Parnell/Ivan Reitman/Roger Corman
INTERPRÉTES
Dyanne Thorne (Ilsa)
Michelle René Labelle
Gilbert Beaumont
Ray Landry
Terry Haig
Jacques Morin
SINOPSIS
Ilsa continúa ejerciendo su poder y su obsesión por el dolor, en esta ocasión en un gulag durante la dictadura de Stalin. Veinte años más tarde y reconvertida en una madame de lujo se rencontrará con uno de los prisioneros de aquel campo de tortura.
Última entrega de una trilogía rodada en apenas tres años, lo que da idea del resultado general de la saga, en la cual se potenció por encima de la calidad final del producto su impacto en el espectador, sustentado en el uso y abuso de secuencias de corte gore hábilmente entrelazadas con una historia de tintes eróticos.
La película que nos ocupa es la peor de las tres cintas que conforman la saga, ya que la falta de pretensiones y la honradez en su presentación de las dos primeras películas se evaporan en un guion que trata de contar demasiadas cosas. Y eso que la primera parte de la cinta está a la altura del resto de la saga, el problema se encuentra en la otra mitad, cuándo la película se desvincula de las constantes de la franquicia, esto es, un conjunto de secuencias eróticas y de tortura englobadas en un espacio físico y temporal muy definido.
Dyanne Thorne vuelve a convertirse en la columna vertebral sobre la que se erige toda la cinta apoyando sus limitadas, aunque suficientes para lo que se solicita en este caso, dotes interpretativas de sus habituales secuencias de desnudos.
Última entrega de una saga que a pesar de sus limitaciones en el terreno técnico y de guion, se ha erigido como una trilogía de cierto culto en el circuito de la explotation.
Escena: Ilsa y sus secuaces encierran en un bidón a un pobre desgraciado y lo arrojan en un agujero en medio de un lado helado, cayendo el tonel junto a varios recipientes más, con otros tantos cuerpos en su interior.
Lo mejor: Los primeros cuarenta minutos, esto es, la parte de la historia que se desarrolla en el gulag, donde la estructura narrativa continúa los cánones marcados por las dos películas anteriores.
Lo peor: La segunda mitad de cinta, con el salto temporal y de localizaciones, parte en la cual ya no vislumbramos apenas los elementos característicos de la trilogía.
Curiosidad: Existe una película dirigida en 1977 (Greta, the torturer) por el prolífico Jess Franco que trata de camuflarse como secuela de las aventuras de Ilsa. Para ello cuenta nuevamente con el protagonismo de Dyanne Thorne y copia varios de los elementos de la franquicia, aunque con una clara y abierta inclinación ya por el cine erótico, desapareciendo casi por completo la parte más cercana al gore.
Valoración: 5/10
Dirección-Jean LaFleur
Guión-Marven McGara
Fotografía-Richard Ciupka
Música
Producción-Julian Parnell/Ivan Reitman/Roger Corman
INTERPRÉTES
Dyanne Thorne (Ilsa)
Michelle René Labelle
Gilbert Beaumont
Ray Landry
Terry Haig
Jacques Morin
SINOPSIS
Ilsa continúa ejerciendo su poder y su obsesión por el dolor, en esta ocasión en un gulag durante la dictadura de Stalin. Veinte años más tarde y reconvertida en una madame de lujo se rencontrará con uno de los prisioneros de aquel campo de tortura.
Última entrega de una trilogía rodada en apenas tres años, lo que da idea del resultado general de la saga, en la cual se potenció por encima de la calidad final del producto su impacto en el espectador, sustentado en el uso y abuso de secuencias de corte gore hábilmente entrelazadas con una historia de tintes eróticos.
La película que nos ocupa es la peor de las tres cintas que conforman la saga, ya que la falta de pretensiones y la honradez en su presentación de las dos primeras películas se evaporan en un guion que trata de contar demasiadas cosas. Y eso que la primera parte de la cinta está a la altura del resto de la saga, el problema se encuentra en la otra mitad, cuándo la película se desvincula de las constantes de la franquicia, esto es, un conjunto de secuencias eróticas y de tortura englobadas en un espacio físico y temporal muy definido.
Dyanne Thorne vuelve a convertirse en la columna vertebral sobre la que se erige toda la cinta apoyando sus limitadas, aunque suficientes para lo que se solicita en este caso, dotes interpretativas de sus habituales secuencias de desnudos.
Última entrega de una saga que a pesar de sus limitaciones en el terreno técnico y de guion, se ha erigido como una trilogía de cierto culto en el circuito de la explotation.
Escena: Ilsa y sus secuaces encierran en un bidón a un pobre desgraciado y lo arrojan en un agujero en medio de un lado helado, cayendo el tonel junto a varios recipientes más, con otros tantos cuerpos en su interior.
Lo mejor: Los primeros cuarenta minutos, esto es, la parte de la historia que se desarrolla en el gulag, donde la estructura narrativa continúa los cánones marcados por las dos películas anteriores.
Lo peor: La segunda mitad de cinta, con el salto temporal y de localizaciones, parte en la cual ya no vislumbramos apenas los elementos característicos de la trilogía.
Curiosidad: Existe una película dirigida en 1977 (Greta, the torturer) por el prolífico Jess Franco que trata de camuflarse como secuela de las aventuras de Ilsa. Para ello cuenta nuevamente con el protagonismo de Dyanne Thorne y copia varios de los elementos de la franquicia, aunque con una clara y abierta inclinación ya por el cine erótico, desapareciendo casi por completo la parte más cercana al gore.
Valoración: 5/10
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