“Adéntrate en la leyenda. Cuidado con el lobo”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Catherine Hardwicke
Guión-David L. Johnson
Fotografía-Mandy Walker
Música-Brian Reitzell
Producción-Leonardo DiCaprio/Julie Yorn/Jennifer Davisson Killoran
INTERPRÉTES
Amanda Seyfried (Valerie)
Shilouh Fernández (Peter)
Max Irons (Henry)
Gary Oldman (Solomon)
Billy Burke (Cesaire)
Virginia Madsen (Suzette)
Lukas Haas Padre (Auguste)
Julie Christie (Abuela)
SINOPSIS
Durante años una aldea ha mantenido un pacto con un lobo que vive en los alrededores. Ofrecer un sacrificio animal cada mes a cambio de no atacar a los habitantes del lugar. Pero el pacto se rompe con la muerte por la criatura de una joven. Paralelamente a estos hechos, Valerie, la hermana de la asesinada vive entre el amor que profesa a Peter, un leñador con el que mantiene una relación desde niños o Henry, un apoderado herrero con quien se le ha concertado matrimonio.
Libre adaptación del famoso cuento adaptado en su momento por los hermanos Grimm y que en manos de Catherine Hardwicke se convierte en una historia demasiado blandengue y sin alma. La sombra de la saga Crepúsculo (de cuya primera entrega la misma Hardwicke es directora) es demasiado alargada y traslada al postulado de los hombres lobo el triángulo amoroso de la famosa saga literaria y cinematográfica.
Paralelamente a una dirección plana, hay que añadir un guión sin personalidad y que fuerza la historia de amor entre los tres jóvenes protagonistas dentro de una trama más oscura, para, de esta manera, hacer más comercial la cinta. Pero no todo son pegas al guión de David L. Johnson, y es que integra una trama en torno a la identidad del hombre lobo que es lo mejor del libreto.
El elenco de actores es notable, pero terriblemente desaprovechados. Destaca Amanda Seyfried, en un papel al que aporta toda la sensualidad que emana la joven actriz y que acerca el papel de Caperucita a la interpretada por Sarah Patterson en la conocida En compañía de lobos (1984), esto es, una caperucita tan inocente como erótica. Lo más grave en este apartado es la forma en que Virginia Madsen y Gary Oldman son ninguneados por la directora, centrada más en la historia de amor que en la parcela terrorífica de la historia.
Frente al lastre de la dirección, contraponer una bella fotografía y una ambientación francamente lograda, en especial cuándo se muestran los bosques nevados y los árboles como elemento defensivo frente a la amenaza del lobo. En lo que se refiere al diseño del hombre lobo, pobre, muy pobre, a lo que hay que añadir el hecho de que se comunique mentalmente con la protagonista le resta todo el halo de terrorífico que pudiera llegar a tener.
Una cinta que pudo ser una visión adulta y terrorífica del conocido cuento, pero que en manos de su directora se transmuta en una historia por momentos demasiado pueril para llegar a inquietar.
Escena: El ataque del lobo a la aldea durante la fiesta.
Lo mejor: La ambientación y los nevados paisajes en los cuales se desarrolla la historia.
Lo peor: Una dirección ramplona y sin estilo, que no permite definirse a la cinta y que la deja en tierra de nadie.
Curiosidad: El padre Auguste está interpretado por Lukas Haas, quien siempre será recordado por interpretar el papel de niño Amish en Único Testigo (1988).
Valoración: 5/10
Dirección-Catherine Hardwicke
Guión-David L. Johnson
Fotografía-Mandy Walker
Música-Brian Reitzell
Producción-Leonardo DiCaprio/Julie Yorn/Jennifer Davisson Killoran
INTERPRÉTES
Amanda Seyfried (Valerie)
Shilouh Fernández (Peter)
Max Irons (Henry)
Gary Oldman (Solomon)
Billy Burke (Cesaire)
Virginia Madsen (Suzette)
Lukas Haas Padre (Auguste)
Julie Christie (Abuela)
SINOPSIS
Durante años una aldea ha mantenido un pacto con un lobo que vive en los alrededores. Ofrecer un sacrificio animal cada mes a cambio de no atacar a los habitantes del lugar. Pero el pacto se rompe con la muerte por la criatura de una joven. Paralelamente a estos hechos, Valerie, la hermana de la asesinada vive entre el amor que profesa a Peter, un leñador con el que mantiene una relación desde niños o Henry, un apoderado herrero con quien se le ha concertado matrimonio.
Libre adaptación del famoso cuento adaptado en su momento por los hermanos Grimm y que en manos de Catherine Hardwicke se convierte en una historia demasiado blandengue y sin alma. La sombra de la saga Crepúsculo (de cuya primera entrega la misma Hardwicke es directora) es demasiado alargada y traslada al postulado de los hombres lobo el triángulo amoroso de la famosa saga literaria y cinematográfica.
Paralelamente a una dirección plana, hay que añadir un guión sin personalidad y que fuerza la historia de amor entre los tres jóvenes protagonistas dentro de una trama más oscura, para, de esta manera, hacer más comercial la cinta. Pero no todo son pegas al guión de David L. Johnson, y es que integra una trama en torno a la identidad del hombre lobo que es lo mejor del libreto.
El elenco de actores es notable, pero terriblemente desaprovechados. Destaca Amanda Seyfried, en un papel al que aporta toda la sensualidad que emana la joven actriz y que acerca el papel de Caperucita a la interpretada por Sarah Patterson en la conocida En compañía de lobos (1984), esto es, una caperucita tan inocente como erótica. Lo más grave en este apartado es la forma en que Virginia Madsen y Gary Oldman son ninguneados por la directora, centrada más en la historia de amor que en la parcela terrorífica de la historia.
Frente al lastre de la dirección, contraponer una bella fotografía y una ambientación francamente lograda, en especial cuándo se muestran los bosques nevados y los árboles como elemento defensivo frente a la amenaza del lobo. En lo que se refiere al diseño del hombre lobo, pobre, muy pobre, a lo que hay que añadir el hecho de que se comunique mentalmente con la protagonista le resta todo el halo de terrorífico que pudiera llegar a tener.
Una cinta que pudo ser una visión adulta y terrorífica del conocido cuento, pero que en manos de su directora se transmuta en una historia por momentos demasiado pueril para llegar a inquietar.
Escena: El ataque del lobo a la aldea durante la fiesta.
Lo mejor: La ambientación y los nevados paisajes en los cuales se desarrolla la historia.
Lo peor: Una dirección ramplona y sin estilo, que no permite definirse a la cinta y que la deja en tierra de nadie.
Curiosidad: El padre Auguste está interpretado por Lukas Haas, quien siempre será recordado por interpretar el papel de niño Amish en Único Testigo (1988).
Valoración: 5/10
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