“What is dead may never die”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Richard Raaphorst
Guion-Miguel Tejada Flores
Fotografía-Bart Beekman
Música-Chris Ridenhour
Producción-Nate Bolotin/Todd Brown/Nick Jongerius/Daniel Koefoed/Greg Newman/Richard Raaphorst/Nick Spicer/Aram Tertzakian
INTERPRÉTES
Robert Gwilym (Novikov)
Hon Ping Tang (Ivan)
Alexander Mercury (Dimitri)
Luke Newberry (Sasha)
Joshua Sasse (Sergei)
Mark Stevenson (Alexei)
Andrei Zayats (Vassili)
Karel Roden (Viktor)
SINOPSIS
Un grupo de soldados soviéticos se encuentra en una misión de rescate de compañeros durante la Segunda Guerra Mundial y todo el operativo está siendo filmado por un camarógrafo. El comando llega hasta un antiguo edificio abandonado donde se amontonan los cuerpos calcinados y apilados de varias monjas. Pero esto es solo el comienzo del horror que los soldados van a encontrarse al irrumpir en el lugar, horror que será filmado segundo a segundo por el misterioso acompañante.
CRITICA
Prometedor debut en el terreno del largometraje del Holandes Richard Raaphorst que nos ofrece una interesante traslación del famoso personaje literario creado por Mary W. Shelley hasta la Segunda Guerra Mundial y que encuentra su mayor acierto en la acertada ambientación de la guarida del mad doctor plagada de pasadizos y estancias además de toda una retahíla de máquinas y equipos para perpetrar experimentos así como en sus originales criaturas. El diseño de estos engendros creados por el descendiente del mismo Frankestein primigenio es espectacular y se basa en la fusión entre hombre y máquina, demostrando el director su origen en el mundo del departamento de arte de películas como muchas de las propuestas de la desaparecida productora española fantastic Factory.
La película recurre al ya saturado formato de rodaje en primera persona, simulando tratarse de las cintas de un miembro del comando ruso protagonista, lo que si bien en algún momento ocasional como las huidas entre túneles donde todas las salidas están bloqueadas por las criaturas creadas por el doctor, supone un acierto, en general es una elección fallida, pudiendo un formato más clásico haber sacado más potencial tanto a la propia historia como al escenario donde está se desarrolla. Este argumento se sustenta además en que la película presenta tanto una buena fotografía como un notable trabajo del operador de cámara con lo que la elección del formato no se debe al deseo de suplir posibles carencias presupuestarias o de acabado final.
El grupo de intérpretes ofrece actuaciones bastante discretas dentro de que se mueven dentro de roles muy demarcados, el ya citado mad doctor, el líder del grupo a la fuerza, el miembro más despiadado que competirá por el poder en el comando, el representante de las altas esferas que llevará las órdenes marcadas hasta las últimas consecuencias, todo ello en unos personajes escritos con trazo grueso y que queda claro no son prioritarios en la película.
Interesante debut que muestra a un director con personalidad y fuerza en sus imágenes más allá de que su propuesta presente fallos tanto en su concepto y desarrollo que trastabillan el resultado final, no sin por ello restar méritos a la propuesta.
Una cinta que evoluciona de menos a más encontrándonos un acto final coincidente con la aparición del profesor realmente notable.
Escena: El experimento por el cual el doctor Frankestein trata de unir el hemisferio izquierdo de un soldado comunista con el hemisferio derecho de un soldado nazi, puro delirio.
Puntos Fuertes: La excelente caterva de criaturas que presenta la película y donde se fusionan como nunca la mecánica con las criaturas humanas.
Puntos Débiles: El manido recurso de found footage (o cinta encontrada) muy de moda últimamente hace mella en el resultado final a pesar de que su planteamiento esté plenamente justificado. En este caso Raaphorst debería haber arriesgado más mostrando la película con un planteamiento visual más convencional.
Curiosidad: Entre las criaturas mostradas durante el recorrido de Dimitri cámara en mano podemos encontrar una especie de abuelo del ED 209, el famoso robot de Robocop (1987) que es desechado para convertirse en unidad policial y con el que Robocop se enfrentará en la secuencia final.
La Frase: “Habrá tiempo para un experimento más” (Viktor Frankestein)
Valoración: 7 (Todo un derroche de imaginación por parte del equipo creativo)
No hay comentarios:
Publicar un comentario