“No soul is safe”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Bill Paxton
Guión-Brent Hanley
Fotografía-Bill Butler
Música-Brian Tyler
Producción-David Blocker/David Kirschner/Corey Sienega
INTERPRÉTES
Bill Paxton (Papa Meiks)
Matthew McConaughey (Fenton Meiks)
Powers Boothe (Agente Wesley Doyle)
Matt O´Leary (Fenton Meiks Niño)
Jeremy Sumpter (Adam Meiks Niño)
Derk Cheetwood (Agente Griffin Hull)
Levi Kreis (Adam Meiks)
Luke Askew (Sheriff Smalls)
SINOPSIS
El agente del FBI Wesley Doyle, quien está al mando de la investigación sobre los crímenes perpetrados por un asesino en serie que se hace llamar “La mano de Dios”, recibe la visita de un joven que dice poseer información sobre el caso. Al comenzar su conversación el extraño indica al agente que conoce la identidad del psicópata, su propio hermano. Para justificar su acusación comienza a relatar al sorprendido Doyle la niñez de él y su hermano junto a su padre, ya que fue hace más de veinte años que todo dio comienzo.
CRITICA
Bill Paxton, actor habitual del cine de James Cameron (Terminator, Aliens el regreso, Mentiras arriesgadas, Titanic) nos ofrece en su debut como director una obra madura y muy bien cimentada, y que impone el terror psicológico a los golpes de efecto. En ese sentido Escalofrío es una de esas obras que desplaza la cámara a la hora de desarrollarse las escenas más truculentas para en este caso mostrar el rostro de los dos niños protagonistas siendo su impacto sobre el espectador mayor.
La película parte de un guion sencillo pero bien armado para desarrollar a través de flashbacks los acontecimientos que nos trasladan al momento actual en el cual agente del FBI y testigo dialogan sobre la identidad del asesino en serie perseguido por el primero. Brent Hanley, un absoluto neófito a la hora de encarar el libreto de la película sorprende además con un giro Kafkiano en el último acto que hace replantearse al espectador todo lo que hasta ese momento había dado por seguro.
Destacar la buena mano de Paxton con sus actores, se nota en ese sentido que él es por encima de cualquier otro rol que pueda desempeñar intérprete. McConaughey se encuentra más comedido que de costumbre, Boothe interpreta con su habitual solvencia y el propio Paxton se aleja de la comicidad habitual de sus interpretaciones para encarnar con sobriedad y acierto al padre de familia que origina toda la trama. Especial mención para el trabajo de los dos intérpretes que dan vida a los hermanos Meiks en su niñez, que muestran una naturalidad y madurez en sus papeles que posibilitan que la historia logre por momentos cotas de virtuosismo, ya que sobre sus hombros recae la responsabilidad de levantar o tirar por tierra toda la historia planteada.
Una cinta para reivindicar ya que permanece como una especie de telefilm más al uso de asesinos en serie cuándo es mucho más que eso, logrando infundir en el espectador bastante peor malestar que cintas de corte más efectista, en ese sentido Paxton opta por el camino largo para lograr su objetivo de incomodar al espectador y los resultados no pueden ser mejores.
Escena: El estupendo giro final en la rosaleda a la que Fenton ha llevado al agente del FBI para mostrarle las tumbas donde presuntamente su hermano ha enterrado a sus víctimas.
Puntos Fuertes: Paxton logra sin abusar de la truculencia armar una cinta de terror pura. El trabajo con los actores, en especial en el caso de los dos niños.
Puntos Débiles: Algún momento que se permite cierta licencia poética como la visita del Ángel en el taller y que rompe con el oscurantismo de la cinta.
Curiosidad: El hacha con el que comete sus crímenes el personaje de Paxton es bautizada como Otis, asesino en serie americano que acompañó en varios de sus asesinatos a Henry Lee Lucas y cuya relación fue mostrada en pantalla en la soberbia Henry, retrato de un asesino (1986).
La Frase: “La voluntad de Dios se ha cumplido” (Fenton)
Valoración: 8.75 (Excelente debut en la dirección de Bill Paxton)
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