“...el horror ha vuelto para quedarse”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Ben Ketai
Guión-Steve Niles/Ben Ketai
Fotografía-Eric Maddison
Música-Andres Boulton
Producción-Vicki Sotheran
INTERPRÉTES
Kiele Sanchez (Stella)
Rhys Coiro (Paul)
Diora Baird (Amber)
Mia Kirshner (Lilith)
Harold Perrineau (Todd)
Troy Ruptash (Agente Norris)
SINOPSIS
Stella recorre Estados Unidos tratando de dar a conocer los horribles acontecimientos ocurridos hace un año en la ciudad de Barrow, cuándo una horda de sangrientos vampiros acabaron con la vida de cerca de cien personas, entre ellos su marido Eben. Lo que Stella desconoce es que sus pasos son seguidos por los propios vampiros así como por un grupo de cazadores de estos.
Previsible continuación de la cinta de David Slade que continua narrando los acontecimientos descritos en los tebeos de los que bebe el guión de las hasta ahora dos entregas cinematográficas. En esta ocasión la historia se traslada desde Barrows, en la inhóspita Alaska a la metrópoli de Los Ángeles, perdiendo por el camino la principal característica que definía la entrega anterior, y es la de una población totalmente a expensas de la vorágine de sangre de los vampiros atacantes.
El principal pero de esta continuación es que la falta de un mayor presupuesto (la cinta fue concebida para su lanzamiento directo en DVD) obliga a su director a limitar las secuencias de acción y restar espectacularidad a los enfrentamientos entre vampiros y humanos. Aún así el resultado es digno tanto en su apartado de efectos especiales y de maquillaje, aunque los vampiros no sean tan agresivos física y estéticamente. La historia se enmarca además en una acertada fotografía que remarca los lóbregos escenarios en los que se desarrolla.
Kiele Sanchez sustituye a Melissa George (con la que por cierto guarda un gran parecido físico) como la torturada protagonista, única superviviente de la matanza original, y a la que brinda una interpretación correcta. Junto a ella un prototípico grupo de caza vampiros, frente a los que destacan los roles negativos, brindados por un enfermo agente de policía que es capaz de lo que fuera para ser convertido en vampiro y así no fallecer por la enfermedad que padece, y muy especialmente por la villana Lilith a la que Mia Kirshner otorga toda su sensualidad y misterio. Sin embargo estos personajes son desperdiciados por un guión que apuesta más por los acontecimientos que por los personajes.
Regular secuela que se desmarca abiertamente del terror, más presente en la primera entrega, para inclinarse abiertamente por la acción, muy en la línea de la saga sobre Blade.
Escena: El dramático encuentro de los protagonistas con la despensa de los vampiros en el barco.
Lo mejor: Mia Kirshner como Lillith, y eso que el personaje está muy desaprovechado.
Lo peor: Una sangre demasiado irreal, a lo que se agrava su papel protagonista en determinadas secuencias.
Curiosidad: La saga de tebeos que ha originado ambas películas ha ido creciendo con el devenir de los años alimentándose de secuelas, precuelas e historias paralelas, con lo que la saga fílmica tiene una buena fuente de base para seguir creciendo (si los resultados económicos así lo permiten).
Valoración: 6/10
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