“The blood seems to fly of the screen”
FICHA TÉCNICA
FICHA TÉCNICA
Dirección -Jed Weintrob
Guión -Zack Ford
Fotografía -Toshiaki Ozawa
Música -Roger Neill
Producción -Douglas Berquist/Jamie Gordon/Courtney Potts/Norman Twain
INTERPRÉTES
Angela Bettis (Joan Burrows)
Kirby Bliss Blanton (Olympia Burrows)
Ben Cotton (Bishop)
Devon Graye (Paul Watts)
Al Sapienza (Detective Delgado)
SINOPSIS
Joan Burrows, tras más de quince años fuera, vuelve a su pueblo natal donde en un episodio traumático fue torturada por un asesino en serie, a quien la joven pudo matar….supuestamente.
Entrañable ejercicio de género que supone una acertada mezcla entre las cintas de asesino misterioso que en los noventa tiene a Scream y secuelas como máximos exponentes, con las películas de torturas, con Hostel y sucedáneos a la cabeza.
Es de agradecer que el director trate de ofrecer una obra que, sin ser redonda (el guión es demasiado trillado y con algún que otro agujero), si ofrece elementos lo suficientemente interesantes para destacar Scar por encima de la media.
Destacar en ese apartado el papel de una factura fotográfica que remarca las secuencias de tortura en unos tonos casi grises, el planteamiento serio y alejado del cine de terror para adolescentes y una Angela Bettis como casi siempre a resaltar.
Por contra, y a pesar de basar su promoción en el uso de la tecnología 3D creada por James Cameron para Avatar, en el presente caso, al igual que en muchas de las producciones contemporáneas presentadas bajo este novedoso formato, las citadas 3D no aportan nada a la historia ni a la forma de contarla.
Pero si hay un elemento que lastra el buen conjunto, es como se ha plasmado el papel del psicópata, ya que carece de empatía alguna, y a pesar de que el juego que plantea a sus víctimas es interesante permitiendo un juego de víctima-verdugo, su carencia de motivaciones y sus monólogos trillados mutilan una de las bazas de la cinta.
Una cinta de terror que fue estrenada en España tres años después de rodarse aprovechando el tirón de las 3D, y que si es analizada más allá de esta anécdota tecnológica, es un interesante ejercicio de estilo.
Escena: Por simpática, el juego de Olimpia y Paul enseñando sus cicatrices.
Lo mejor: Acertada mezcla de géneros dentro del terror y que funciona tanto como cinta de asesino misterioso y como película de torturas, (esos quince minutos finales).
Lo peor: El carisma de los asesinos, o mejor dicho, su falta de carisma.
Curiosidad: La protagonista, Angela Bettis, protagonizó en 2002 una no muy conocida nueva versión de la novela de Stephen King, Carrie.
Valoración: 7/10
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