domingo, 30 de enero de 2011

2001 MANIACOS, CAMPO DE GRITOS (2001 maniacs, field of screams, 2010) 85´











FICHA TÉCNICA

Dirección -Tim Sullivan
Guión -Chris Kobin/Tim Sullivan/Christopher Tuffin
Fotografía -Steve Adcock
Música -Patrick Copeland/Clifford Allen Wagner
Producción -Martin Shore/Christopher Tuffin

INTERPRÉTES

Bill Moseley (Alcalde Buckman)
Lin Shaye (Granny Boone)
Christa Campbell (Milk Maiden)
Nivek Ogre (Harper Alexander)
Andrea Leon (Val Turner)
Alex Luria (Jesus)

SINOPSIS

Como cada año los habitantes de Pleasant Valley se preparan para vengarse de la masacre que su pueblo sufrió por parte del ejército del Norte en la Guerra Civil Americana. Pero ante la falta de visitantes deciden ir ellos mismos a buscar a sus presas.

Pobre secuela del remake que el mismo Tim Sullivan dirigiera cinco años atrás del clásico de Hershell Gordon Lewis y que convierte en errores lo que en su día fueron notables aciertos. Así el humor se vuelve tosco, paródico y sin gracia, el festival de gore disminuye para a su vez aumentar las escenas de desnudos y así sacar partido de un reparto lleno de sucedáneos de playmates y modelos de Calvin Klein.

Esa vuelta de tuerca (que provoca se rompa la misma) a los aciertos de la anterior cinta hace perder interés, ya que no aporta nada nuevo más allá de la creación del festival itinerante de Pleasant Valley, que no hace sino pensar en un menor presupuesto a la hora de abordar el rodaje, sustituyéndose el escenario central del pueblo por varias tiendas de campaña en mitad del bosque.

Lo cierto es que la sensación final que deja la cinta es de desgana en su realización, con un montaje de manual, sin lugar a la originalidad ni al atrevimiento y repitiendo todos y cada uno de los aciertos de la primera cinta, incluido el final, pero empeorando el resultado.

Robert Englund es sustituido en el papel principal por el otro gran icono del terror actual, Bill Moseley, que sin embargo realiza una interpretación plana y sin gracia, contagiándose la desgana general que incide en un pobre resultado final.

Una película totalmente prescindible y que hace todavía mejor a su predecesora.

Escena: El brutal uso que se hace de los cinturones de castidad.

Lo mejor: Las viñetas que inician la película, basadas en el comic real que se creó a raíz de la película de 2005.

Lo peor: La secuencia que parodia la famosa escena de Flashdance, el mejor ejemplo del tipo de humor facilón y sinsentido que inunda la trama.

Curiosidad: La muerte del agente en el interior del tonel al comienzo de película supone el pertinente homenaje a la cinta original de Gordon Lewis, ya que copia una de las secuencias de la cinta de 1964.

Valoración: 3/10

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