Una
familia se traslada desde Estados Unidos a una casona aislada en mitad del
campo en España, país donde el padre había pasado su infancia. Nada más llegar
al lugar, las cosas no parecen ir demasiado bien en el núcleo familiar, y así,
mientras Regina, la hija mayor, discute constantemente con sus progenitores, su
hermano pequeño pasa las horas realizando extraños y perturbadores dibujos.
Además y para acrecentar aún más la tensión familiar, el padre comienza nuevamente
a sufrir episodios de la enfermedad de Huntington que padece y que parecían
olvidados. Y es que todo forma parte de un plan preconcebido, un plan de
siniestras y oscuras intenciones.
Tras
los buenos resultados de Dagon, por vez primera la Fantastic Factory ofrecía la
batuta de dirección a un realizador español, en este caso Jaume Balagueró,
quien venía de haberse granjeado cierto nombre en el género tras una exitosa
opera prima, Los sin nombre, y que en Darkness volvería a traernos una historia
de ecos paranormales y terroríficos donde el suspense y las dudas del
espectador ante lo que está sucediendo se convierten nuevamente en la baza
principal de un guion escrito por el propio Balagueró junto a Fernando de
Felipe. Darkness se convertiría en la principal apuesta del sello cinematográfico
de toda su filmografía, aportando el mayor presupuesto de todas las películas
producidas durante su existencia, cerca de diez millos de euros, y llenando el elenco
de intérpretes de actores de talla internacional, todo en aras de poder
exportar la película al mercado norteamericano, donde no le iría mal del todo.
A nivel de éxito de público, Darkness sería sin duda la gran abanderada del
proyecto de Julio Fernandez y Brian Yuzna.
Como
hemos apuntado, Darkness se nutrió de un grupo de actores de solvencia
contrastada de cara a dar un empaque a la película que posibilitada su exportación
al mercado internacional. De esta forma la cinta está encabezada por la
ganadora del Oscar por la película El piano Anna Paquin, quien se haría con el preciado
galardón con apenas once años, y que además en aquel momento ya había
participado en otros títulos notables como Jane Eyre, Amistad o la taquillera
X-Men. La joven intérprete demuestra de sobras su solvencia dramática, dejando
patente lo acertado de su elección. Otros nombres a tener en cuenta son los de
Lena Olin e Iain Glen como los padres del personaje de la joven intérprete,
cuya relación e involución de la misma a lo largo de la película es otro de los
puntales a la hora de que Balagueró construya la historia. La actriz Noruega
venía de participar en obras de calado como Fanny y Alexander, La insoportable
levedad del ser o La noche cae sobre Manhattan, mientras que su compañero
masculino, de origen escocés, ha cobrado especial renombre en los últimos años
gracias a su aparición en la serie de cabecera actual, Juego de tronos. Otro
gran nombre internacional es el del italiano Giancarlo Giannini, de quien poco más
puede decirse después de una trayectoria profesional de más de medio siglo.
Fele Martínez (Tesís), es la aportación nacional dentro de este batiburrillo internacional,
y hay que decirlo, es quien comparativamente sale perdiendo en este ficticio
duelo actoral.
El
holgado presupuesto con el que contó Balaguero queda patente en una factura
técnica impecable que da a la película aires de producción norteamericana,
siendo esa la idea de inicio de cara a poder exportar el resultado final, y haciendo
que este pudiera implementarse en la cartelera como una producción más de
Hollywood. El director catalán deja de manifiesto su gran capacidad a la hora
de orquestar la estructura de los planos y las secuencias, apoyado por su
director de fotografía de cabecera, Xavi Giménez. Siendo el título de la
película el que es no sorprende que los juegos de luces y sombras tengan una
importancia vital, hasta el punto de convertirse en un protagonista más. Pero
por encima de esta presencia y empaque de las escenas, lo que destaca de
Darkness es un montaje de las secuencias milimétrico, perfectamente ajustado y
gracias al cual podemos ser testigos de una intercalación de escenas en
paralelo francamente encomiables, recurso muy utilizado a lo largo de todo el
metraje y que sirve como elemento para ir descubriendo las piezas del puzle que
el director ha orquestado en la película, y que aunque dejan al descubierto
alguno de los giros de guión que Balagueró nos ha preparado, en líneas generales
podemos reconocer funcionan según lo esperado.
Darkness,
como sucede de manera general en la filmografía de Balagueró, construye su
terror en base a una historia inquietante, un suspense mantenido y varios
fotogramas sobrecogedores, dejando para otros el susto fácil o explicito. El clímax
final funciona porque el director ha preparado el terreno para ello en base a
una historia que va desgranando elementos perturbadores y siniestros que
trastocan la aparentemente estampa familiar de folletín que parece se atisba de
inicio. Somos testigos de cómo esa relación a cuatro entre la familia
protagonista va desgarrándose progresiva pero imparablemente, llegando a
límites insoportables ante el brusco cambio de actitud de un cabeza de familia
que acabará por parecer un imitador del Jack Torrance de El resplandor. Sí que
es cierto que la película presenta un tramo algo lento tras el acto de
presentación de personajes y situación, pero en líneas generales el director
mantiene ese ritmo conscientemente pausado pero que atrapa al espectador por lo
bien que está desgranada esa intrahistoria detrás de lo que vemos está
sucediendo.
Si
en Dagon un director extranjero había logrado construir una película enclavada
de alguna manera en el folklore español, sabiendo en este caso adaptar un
relato ingles a las constantes de las leyendas marítimas gallegas, en Darkness
sucede a la inversa, que un director español nos muestra una película con alma
de producción norteamericana. Haría falta el estreno un año más tarde de
Romasanta para encontrar por fin en la Fantastic Factory una película que
aunara marcados aires patrios en su leyenda y dirigida por un director
nacional. Mientras tanto quedaba disfrutar de este título dirigido por Jaume
Balagueró, el cual deja patente porque el director catalán se convertiría en
uno de los referentes del cine de terror de cabecera españoles del nuevo
milenio, y además aportando un estilo y formas muy característicos en sus
películas. Recuerden no apagar la luz durante el visionado de este Darkness.
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