jueves, 4 de noviembre de 2010

EL PROYECTO DE LA BRUJA DE BLAIR (The Blair witch proyect, 1999) 74´











FICHA TÉCNICA

Dirección -Daniel Myrick/Eduardo Sanchez
Guión -Daniel Myrick/Eduardo Sanchez
Fotografía -Neal Fredericks
Música -Antonio Cora
Producción -Bob Eick/Kevin J. Foxe

INTÉRPRETES

Heather Donahue (Heather Donahue)
Michael Williams (Michael Williams)
Joshua Leonard (Joshua Leonard)

SINOPSIS

Tres estudiantes de cine que se habían trasladado a Maryland para realizar un largometraje sobre la leyenda de la bruja de Blair desaparecen misteriosamente sin dejar ni rastro. Al cabo de un año se encuentra en la zona una bolsa con las cintas en las que se halla recogido el material que grabaron durante su estancia en el bosque.

Poco puede añadirse a lo ya escrito sobre este título, un auténtico fenómeno cinematográfico en su momento y no precisamente por sus bondades en el apartado técnico.

Sin embargo cabe reconocerle el ser pionero en el uso de internet como fuente de promoción y divulgación de una obra que gracias al fenómeno creado en la red generó numerosas expectativas gracias a la creación de un falso bulo sobre la veracidad de las cintas supuestamente halladas en medio del bosque.
Rodada con el hoy explotado uso de la cámara en mano, sin una planificación basada en storyboard, y obviando cualquier recurso técnico que añada algo de calidad al visionado, la película acaba pagando este abuso del recurso de falso documental.

Los directores por lo menos se toman la molestia de crear una mitología en torno a la bruja a la que alude el título para a la hora de presentar la cinta generar en el espectador cierto sentimiento de empatía hacía los protagonistas. Asimismo durante el rodaje trataron de desorientar lo más posible a los actores para generar realmente las sensaciones que se ven en pantalla.

Un título en el que las carencias fílmicas fueron suplidas en su momento por una brillante y original labor de promoción.

Escena: El monólogo de Heather Donahue, convertido en ícono del género y fuente de decenas de imitaciones.

Lo mejor: El inteligente uso de internet como fuente de promoción.

Lo peor: La sensación de tomadura de pelo que en algunos momentos se plantea en el espectador.

Curiosidad: Una muestra de suma de casualidades que posibilitaron el éxito de la cinta estriba en que ninguno de sus dos creadores han vuelto a destacar con sus correspondientes obras posteriores.

Valoración: 5/10

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