A pesar de su juventud, actualmente tiene treinta y dos años, esta actriz británica que como otras muchas comenzó su carrera en el mundo de la moda, no solo se ha convertido en una de las intérpretes con mayor proyección a futuro, actualmente con estrenos pendientes como La odisea dirigida por Christopher Nolan o Star Wars: starfighter, nueva secuela dentro de la franquicia iniciada por George Lucas hace casi cinco décadas, sino que se ha granjeado un importante espacio como una de las musas de referencia dentro del cine de terror actual.
Se trata de una intérprete a la que siempre le ha interesado adoptar riesgos a la hora de escoger sus papeles, no en vano debutaría con la polémica Nymphomaniac (2013) dirigida por Lars von Trier y donde coincidiría con su pareja, el también alternativo Shia LaBeouf. La presencia de Mia Goth llamaría la atención por un rostro muy característico y particular, lejos de los cánones de belleza habituales, así como por un aura cada vez que aparece en escena que irradia tanto una fragilidad extrema y que nos recuerda a la Shelley Duvall de películas como El resplandor (1981) como una fuerza en pantalla que acapara todas las miradas.
De esta manera daría comienzo una carrera profesional meteórica donde el cine de terror ha tenido un peso superlativo, participando la actriz en un tipo de películas dentro del género alejadas de los tópicos más viscerales y arquetípicos y centradas en explorar un tipo de miedo más psicológico y underground, siendo este uno de los motivos de su coronación como reina del género.
Dentro de su filmografía cabe destacar su idilio con un Ti West que la convertiría en musa y protagonista de su trilogía X, uno de los ejercicios más estimulantes dentro del género vistos últimamente y gracias a la cual la actriz se daría a conocer mayoritariamente a un tipo público con predilección por el terror.
A día de hoy y con una carrera todavía en progresión estas serían todas las películas de Mia Goth enclavadas dentro del género de terror:
La cura del bienestar (2016): Gore Verbinski dirige este descenso a los infiernos donde la fragilidad del personaje de Mia Goth supone el único soplo de luz dentro de un escenario angustioso y unos personajes para nada positivos.
El secreto de Marrowbone (2017): Producción española donde coincidiría con otra de las actrices jóvenes a tener en cuenta en los años siguientes, Anya Taylor-Joy.
Suspiria (2018): La intérprete daría vida en este descenso a los infierno orquestado por Luca Guadagnino como remake del título de culto dirigido por Dario Argento a un personaje secundario pero que acapara todas las miradas cada vez que entra en escena.
X (2022): Primer título de la trilogía del mismo nombre dirigida por Ti West y en la cual la intérprete da vida a dos personajes antagónicos, uno de ellos bajo ingentes capas de maquillaje.
Pearl (2022): La película con la que Mia Goth se consagraría como intérprete, brindándonos un recital hacía la locura que dejaría patente el talento de la actriz a la hora de cargar con todo el peso de una película.
Maxxxime (2024): Aun siendo la más floja de las tres entregas orquestadas por Ti West, este homenaje al slasher ochentero es un muy recomendable ejercicio de nostalgia cinematográfica.
Frankestein (2025): La fisonomía de Mia Goth encaja como un guante en esta versión del clásico de Mary Shelley donde el terror y el drama conviven a partes iguales.
De esta manera Mia Goth ha cultivado en apenas un lustro una carrera meteórica que la ha puesto en la primera línea dentro de las actrices de cabecera a la hora de abordar proyectos de primer nivel, quedando constatado en base a su filmografía actual que el talento como intérprete lo atesora. Queda por ver cómo evolucionará su carrera teniendo en cuenta que hasta ahora ha apostado por proyectos independientes o de cineastas con una personalidad muy marcada, y si en su periplo profesional futuro seguirá manteniendo esa predilección por el terror que hasta ahora ha marcado su carrera.

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