viernes, 30 de septiembre de 2011

LA HORDA (The horde, 2009) 97´





"Zombie horror”

FICHA TÉCNICA

Dirección-Yannick Dahan/Benjamin Rocher
Guión-Arnaud Bordas/Stéphane Moïssakis/ Yannick Dahan/Benjamin Rocher
Fotografía-Julien Meurice
Música-Christopher Lennertz
Producción-Xavier Gens/Raphaël Rocher

INTERPRÉTES

Claude Perron (Aurore)
Jean-Pierre Martins (Ouessem)
Eriq Ebouaney (Adewale)
Doudou Masta (Bola)
Antoine Oppenheim (Tony)
Yves Pignot (René)
Aurélien Recoing (Jimenez)

SINOPSIS

Un grupo de policías asalta un piso de delincuentes para vengar por su propia cuenta el asesinato de un compañero, pero al llegar al lugar son sorprendidos y hechos prisioneros por estos. Cuándo están a punto de ser ejecutados, comienzan a desencadenarse una serie de extraño sucesos por los cuales los muertos vuelven a la vida con una agresividad inusitada. Ahora, si quieren salir del lugar, policías y delincuentes deberán unir sus fuerzas.

Violenta y oscura, la cinta de Dahan y Rocher manifiesta una vez más el estupendo momento que vive el cine de terror francés. Apoyado en unas constantes como son personajes más complejos de lo habitual o la utilización casi extrema de la violencia gráfica, el horror galo ha ido dejando en los últimos años un puñado de títulos muy a tener en cuenta (Alta tensión, Frontier(s) o Martyrs). De esta manera, La horda traslada a los citados postulados el género zombie.

Con un presupuesto ajustado pero muy bien aprovechado, la película destaca por el ambiente opresivo conferido al edificio en el cual se desarrolla el grueso de la acción. La fotografía es turbia, tanto como los personajes que desfilan por la trama, donde no hay lugar para los héroes y si para sujetos amorales y egoístas, esa es la base para la supervivencia. De hecho la película realiza varios parones en la, por otra parte, adrenalítica acción, para poder dibujar un poco mejor las miserias de los protagonistas (a ese aspecto dice mucho la secuencia en la que se burlan de una zombie a la que tienen controlada).

La violencia es constante y se dibuja en la pantalla con un acertado uso de los efectos de pirotecnia hábilmente combinados con los hoy por hoy indispensables efectos informáticos. El maquillaje asimismo también cumple con su cometido notablemente, y nos define unos zombies terroríficos llenos de dientes afilados y rostros salvajes.

El mayor pero estaría en la forma en la cual se plasma a estos zombies en la película. En un comienzo y para dar mayor ferocidad a estos podemos contemplar el carácter prácticamente indestructible de estos, para, según avanza el metraje, acercarlos más a vertientes más clásicas (y con el inconfundible añadido actual de hacerlos terriblemente rápidos) que den credibilidad a la idea que quede algún superviviente sobre el que sustentar la historia.

Una muestra más del buen hacer del cine francés en materia de terror, así como la demostración palpable de que no son necesarios grandes despliegues presupuestarios para realizar una cinta efectiva y efectista.

Escena: El enfrentamiento de Ouessem subido sobre un coche contra decenas de zombies y que sirve de inspiración para la caratula promocional.

Lo mejor: Unos personajes oscuros donde no se diferencia entre policías (evidentemente corruptos) y criminales.

Lo peor: La variación en el concepto de los zombies, iniciado como seres prácticamente indestructibles y con una fuerza brutal, para más adelante acercarse más a los postulados más tradicionales, ya que de lo contrario no quedarían protagonistas vivos para el minuto diez.

Curiosidad: El productor Xavier Gens es director de la también brutal y disfrutable Frontier(s) (2007).

Valoración: 8/10

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