FICHA TÉCNICA
Dirección -Sam Raimi
Guión -Sam Raimi/Ivan Raimi
Fotografía -Bill Pope
Música -Joseph Lo Duca
Producción -Robert G.Tapert/Bruce Campbell
INTERPRÉTES
Bruce Campbell (Ash)
Embeth Davidtz (Sheila)
Marcus Gilbert (Lord Arthur)
Ian Abercrombie (Wiseman)
Timothy Patrick Quill (Blacksmith)
SINOPSIS
Ash viaja en el tiempo, encontrándose esclavo en el año 1300. Pero el acoso de demonios sobre la fortaleza donde está recluido le conferirá el aura de héroe necesario para acabar con tan diabólica amenaza.
Estupendo fin de una saga (a la espera se confirmen los rumores que apuntan a una nueva entrega dirigida por el mismo Raimi) que revolucionó el género de terror en su momento y que supuso todo un golpe de aire fresco, cinematográficamente hablando.
Nuevamente Raimi sorprende a propios y extraños dejando de lado el terror y presentando una obra valiente, enmarcada dentro del cine de fantasía heroica, género que en el momento del estreno de la cinta estaba extinto (lo que tal vez contribuyo a la pobre e injusta acogida en taquilla del presente título).
Tras el genial descubrimiento que supuso terroríficamente muertos (1987) de las capacidades de Bruce Campbell, la historia ofrece un nuevo monólogo interpretativo del actor (genial en su chulería), quien una vez más sale airoso del reto con el que fácilmente podía caer en el esperpento, habiéndose resentido además toda la trama.
Raimi orquesta toda la película como un gran homenaje al maestro de la técnica de la stop motion (animación de figuras fotograma a fotograma y que Raimi ya había utilizado en Terroríficamente muertos) Ray Harryhausen, siendo especialmente patente en los esqueletos que conforman el ejercito que da nombre a la cinta.
El único pero al trabajo final es cierta sensación de montaje precipitado y caótico, seguramente por las presiones de Dino De Laurentis, productor ejecutivo de la película y conocido por el control que ejercía sobre el resultado final de sus producciones, lo que denota cierto quiero y no puedo en el resultado.
A pesar de todo una obra notable, ágil y tremendamente entretenida (un auténtico tebeo en imágenes) que muestra las mejores virtudes de un Raimi que se ha comedido en sus últimos trabajos, alejándose de esa vertiente gamberra e innovadora que le hizo un director de prestigio.
Escena: La llegada del ejército de muertos al castillo.
Lo mejor: Su alocado sentido del humor.
Lo peor: La sensación que ofrece la película de que a Raimi se le acabó el presupuesto y le apremiaron las prisas para contar todo lo que tenía en mente.
Curiosidad: Se rodaron dos finales alternativos, uno es el de la versión editada. El otro, el que Raimi quería para su película, presentaba a Ash en pleno siglo XXI tras una guerra nuclear.
Valoración: 8/10
Guión -Sam Raimi/Ivan Raimi
Fotografía -Bill Pope
Música -Joseph Lo Duca
Producción -Robert G.Tapert/Bruce Campbell
INTERPRÉTES
Bruce Campbell (Ash)
Embeth Davidtz (Sheila)
Marcus Gilbert (Lord Arthur)
Ian Abercrombie (Wiseman)
Timothy Patrick Quill (Blacksmith)
SINOPSIS
Ash viaja en el tiempo, encontrándose esclavo en el año 1300. Pero el acoso de demonios sobre la fortaleza donde está recluido le conferirá el aura de héroe necesario para acabar con tan diabólica amenaza.
Estupendo fin de una saga (a la espera se confirmen los rumores que apuntan a una nueva entrega dirigida por el mismo Raimi) que revolucionó el género de terror en su momento y que supuso todo un golpe de aire fresco, cinematográficamente hablando.
Nuevamente Raimi sorprende a propios y extraños dejando de lado el terror y presentando una obra valiente, enmarcada dentro del cine de fantasía heroica, género que en el momento del estreno de la cinta estaba extinto (lo que tal vez contribuyo a la pobre e injusta acogida en taquilla del presente título).
Tras el genial descubrimiento que supuso terroríficamente muertos (1987) de las capacidades de Bruce Campbell, la historia ofrece un nuevo monólogo interpretativo del actor (genial en su chulería), quien una vez más sale airoso del reto con el que fácilmente podía caer en el esperpento, habiéndose resentido además toda la trama.
Raimi orquesta toda la película como un gran homenaje al maestro de la técnica de la stop motion (animación de figuras fotograma a fotograma y que Raimi ya había utilizado en Terroríficamente muertos) Ray Harryhausen, siendo especialmente patente en los esqueletos que conforman el ejercito que da nombre a la cinta.
El único pero al trabajo final es cierta sensación de montaje precipitado y caótico, seguramente por las presiones de Dino De Laurentis, productor ejecutivo de la película y conocido por el control que ejercía sobre el resultado final de sus producciones, lo que denota cierto quiero y no puedo en el resultado.
A pesar de todo una obra notable, ágil y tremendamente entretenida (un auténtico tebeo en imágenes) que muestra las mejores virtudes de un Raimi que se ha comedido en sus últimos trabajos, alejándose de esa vertiente gamberra e innovadora que le hizo un director de prestigio.
Escena: La llegada del ejército de muertos al castillo.
Lo mejor: Su alocado sentido del humor.
Lo peor: La sensación que ofrece la película de que a Raimi se le acabó el presupuesto y le apremiaron las prisas para contar todo lo que tenía en mente.
Curiosidad: Se rodaron dos finales alternativos, uno es el de la versión editada. El otro, el que Raimi quería para su película, presentaba a Ash en pleno siglo XXI tras una guerra nuclear.
Valoración: 8/10
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