martes, 12 de marzo de 2019

THE HAUNTED WORLD OF EL SUPERBEASTO (THE HAUNTED WORLD OF EL SUPERBEASTO, 2009) 77´



El Superbeasto es un contendiente retirado de la lucha libre mexicana que en la actualidad se dedica a filmar películas de corte erótico con él como máximo protagonista, pudiendo de esa forma dedicarse a lo que más le apasiona, las mujeres atractivas. Sin embargo no duda en enfrentarse a los múltiples peligros que acechan tras cada esquina de Monsterland, el lugar en el que vive. Es por ello que cuándo una exuberante stripper es secuestrada por un gorila con capacidad para el raciocinio, no duda en salir a su rescate.





Como todo buen artista polifacético que se precie, Rob Zombie ha cultivado además de la música y el cine otras facetas creativas, siendo la creación de comics una de ellas. Así es como gestó al personaje de El Superbeasto, emulo indisimulado del famoso personaje de El Santo, un luchador dentro del circuito de la lucha libre mexicana que trascendió dentro del ámbito del wrestling hasta convertirse en un auténtico icono pop, lo que le llevaría entre otras cosas a protagonizar varias decenas de películas con su enmascarado personaje como protagonista y donde se  enfrentaba a multitud de enemigos y peligros. Una vez convertido en un autor reconocido, Rob Zombie pudo cumplir su capricho de trasladar al formato de película de animación a este personaje y toda la caterva de secundarios que le acompañaban en sus aventuras sobre el papel, ofreciendo una curiosa y simpática anomalía dentro de su filmografía.



Zombie pudo contar con el apoyo de entre otros profesionales dentro de la profesión y del mundo de los dibujos animados, de gente como Douglas Lawrence, más conocido como Mr Lawrence, y quien es recordado por su labor en Bob Esponja, así como con Tom Klein, productor durante más de una década de los Simpson.  Si hay que buscar un referente, la cinta es cercana tanto en espíritu como en estética al estilo más gamberro e irreverente del tótem de la animación Ralph Bakshi, autor de cintas como El gato Fritz, El señor de los anillos, Tygra: hielo y fuego o Cool world, una rubia entre dos mundos. Lo que es lo mismo, Zombie deja de lado su vertiente más seria y retorcida para ofrecer un entretenimiento ligero, desvergonzado, zafio en su concepción del humor, freak, y totalmente plagado de guiños al fan del género del terror.



Como no podía ser de otra manera tratándose de Zombie, la película está plagada de actores, en esta ocasión poniendo voz a los personajes centrales y secundarios, que son toda una delicia para el aficionado al horror, y muy especialmente para el seguidor del propio director. Así, en su versión original la cinta recurre al doblaje de nombres como Ken Foree (Los renegados del diablo), Rosario Dawson (Sin City),  Dee Wallace (Lords of Salem), Cassandra Peterson (Elvira), Clint Howard (El vendedor de helados), Brian Posehn (Los renegados del diablo), Geoffrey Lewis (Los renegados del diablo), Danny Trejo (Los renegados del diablo), Bill Moseley (La casa de los 1000 cadáveres) Sid Haig (La casa de los 1000 cadáveres), Tura Satana (Faster, Pussycat! Kill! Kill!) o la eterna musa de Zombie Sheri Moon. Esta idea deja evidenciada la tendencia del director por rodearse de actores con los que ya hubiera trabajado, creando de alguna manera un grupo de colaboradores habituales sobre el que añadir o restar en función del tipo de proyecto a abordar.



La película presenta una curiosa diatriba por la forma en que contrapone una animación colorista, vital, caricaturesca y por momentos con un estilo visual enfocado al público infantil y juvenil consumidor de cartoon networks, frente a unas situaciones mordaces y adultas donde la violencia, el exceso verbal y un erotismo nada soterrado son constantes. La película juega además con esa idea impuesta desde los primeros largometrajes de animación de Disney de insertar temas musicales en la historia, llevando este principio al estilo absolutamente desenfadado de la propuesta con letras como “…kilómetros de tetas y un jardín por culo…, haciendo de la obscenidad y el exceso la principal carta de presentación de la cinta. 



The haunted world of The Superbeasto es además una coctelera en la cual su director puede permitirse el lujo de añadir casi cualquier cosa que se le pase por la cabeza, desde robots en constante estado de excitación, zombies nazis en busca de la cabeza del Fuhrer o un demonio onanista. Pero también es la forma en la que Zombie puede plasmar incesantes homenajes al tipo de cine que más le gusta, con lo que podemos atisbar a lo largo de metraje guiños a La novia de Frankestein, La mujer y el  monstruo, La matanza de Texas, La mosca, El resplandor, Halloween, Carrie, Alien, El fantasma de la ópera, Dr Jeckyll y Mr Hyde…amén de presentar caricaturas de personajes de la propia filmografía de Zombie como son el Capitán Spaulding, Otis, y Babe.





Sin ser un título redondo, básicamente porque al tratar de condensar tantos guiños, homenajes e ideas como hemos ido apuntando en los párrafos anteriores, acaba por convertirse en una cajón desastre que acaba perdiendo el sentido, su falta de pretensiones y su ajustada duración, acaban por convertir The haunted world of El Superbeasto en una curiosa rara avis dentro de la filmografía de un director no dado precisamente a hacernos reír.


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