lunes, 2 de octubre de 2017

HELLBOUND, HELLRAISER 2 (HELLBOUND, HELRAISER 2, 1988) 91´


“El horror continua”

DE QUE VA: Tras los terribles acontecimientos vividos en casa de su padre, Kirsty despierta en un hospital psiquiátrico donde nadie cree su terrorífica historia, siendo únicamente el Dr Channard quien escucha con atención a la joven, ya que puede poseer la clave para desentrañar un misterio largamente perseguido por el cirujano.



QUIEN LA HACE: El guion es obra de Peter Atkins, escritor de buena parte de las entregas que vendrían de la saga Hellraiser y que haría lo propio con otra larga saga de películas de terror, Wishmaster. Dirige Tony Randel, quien seguiría ligado al género de terror en un puñado de películas directas al mercado del alquiler y que consigue ofrecer una interesante secuela aunque  sin llegar al ambiente desasosegante creado por Barker en su opera prima.


QUIEN SALE: Tanto Ashley Laurence como Clare Higgins (por cierto bastante más acertado su peinado en esta segunda entrega) repiten papeles como Kirsty y Julia respectivamente, al igual que Sean Chapman sigue dando vida al perverso tío Frank. Sabedores del potencial de Pinhead, los responsables de la película dan mayor protagonismo a Doug Bradley, prólogo incluido.


QUE ME GUSTA: Es una digna secuela que continúa la historia allá donde quedó la primera entrega y que utiliza con acierto una serie de flashbacks que recuerde los acontecimientos narrados en la película pretérita sin que la cinta pierda ritmo en su narrativa. Lo acertado de ubicar la historia en un sanatorio mental que además esconde algo terrible entre sus muros. Volvemos a disfrutar de unos explícitos a la vez que conseguidos maquillajes.

QUE NO ME GUSTA: Se antoja excesiva toda la trama entre laberintos y pasillos de la otra dimensión, máxime al utilizarse constantemente el mismo decorado. La humanización de los cenobitas les resta el empaque terrorífico que daba desconocer sus orígenes. Una stop motion que ha envejecido francamente mal.


LA ESCENA: La reaparición de Julia convertida en carne, sangre y músculos a través del colchón en el que fuera mancillado su cuerpo en la primera entrega.





UNA CURIOSIDAD: En la escena de cierre podemos ver como uno de los dos mozos de la mudanza es interpretado por el mismo actor que ya apareciera haciendo el mismo rol en Hellraiser y que poco después interpretaría  a una de las criaturas de Razas de noche.



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