“Prepare to be eaten”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Frank W. Montag
Guion-Mario Von Czapiewski
Fotografía-Marcel Kuhlmann/Frank W. Montag
Música-Frank W. Montag
Producción-Frank W. Montag/ Mario Von Czapiewski
INTERPRÉTES
Alexandra Lesch (Kati)
Kristiana Rohder (Tanja)
Indira Madison (Jill)
Lara Baum (Celine)
Violetta Schurawlow (Dahlia)
Alexandra Jordan (Mele)
Dominik Schneider (Cocinero)
Jessica Klauss (Vagabunda)
Celina Klemenz (Niña)
Mike Zick (Canibal 1)
Sascha Litter (Canibal 2)
SINOPSIS
Un grupo de amigas se citan en el campo para pasar unos días de acampada y fiesta. Una de estas se pierde en el camino cuando se dirige a la cita y acaba encontrando unas fábricas abandonadas en medio del bosque, decidiendo investigar y descubriendo que unas extrañas personas moran entre las desvencijadas ruinas del lugar.
CRITICA
Aburrida producción germana que bebe indisimuladamente de sagas como Las colinas tienen ojos o Wrong Turn para ofrecer un pobre remedo de atractivas chicas en apuros, caníbales de inteligencia muy limitada y localizaciones angustiosas. Todo ello muchas veces visto antes en cintas de temática similar y además en la mayoría de las ocasiones mejor presentado que en el título que nos ocupa.
El principal problema de esta cena caníbal se encuentra en que su director trata de dotar de alma a una historia muy corta de recorrido alargando, en ocasiones como en el tramo final hasta el hartazgo, las secuencias protagonizadas casi de manera exclusiva por una Alexandra Lesch que al menos logra no resultar cargante a pesar de su, en muchos momentos, absoluto monopolio de las secuencias. La actriz en ese sentido pelea por ofrecer un trabajo digno dentro de sus propias posibilidades dramáticas así como del absurdo de determinadas secuencias evidenciado en el striptease rodado con cámara de visión nocturna frente a su agresor.
Al aburrimiento que provoca en demasiados tramos la película hay que sumar que cuándo el director trata de introducir decisiones visuales para reflotar el interés, están provocan su efecto contrario, chirriando por romper el ritmo (ya de por sí bajo) de la película como sucede en la pelea mostrada a cámara lenta o el eterno final rodado con la citada visión nocturna tan recurrente desde su excelente utilización en Rec (2007) y que en esta ocasión supone todo un tormento para el espectador.
Cannibal diner supone una muestra más del denominado cine de supervivencia que en su área dentro del terror suele abogar por la sangre y la casquería como leit motive, algo con lo que ni siquiera este título cuenta más allá de dos retazos muy aislados. Y si no ofreces ni una trama que genere angustia ni suficientes dosis de hemoglobina, evidentemente has equivocado la elección.
ESCENA PARA EL RECUERDO: El momento en que Kati despierta en la mugrienta cocina de sus secuestradores, única secuencia que logra atraer la atención del espectador pero que rápidamente se desaprovecha para volver a lo mismo que ya hemos visto en el resto de película.
APLAUDIMOS: La localización de la fábrica abandonada supone un logro para haber ambientado una historia mejor construida.
DENUNCIAMOS: Lo artificialmente que se han alargado las secuencias para tratar de dotar a la propuesta de un metraje de largo, lo que provoca el tedio más absoluto en determinados momentos.
UNA CURIOSIDAD: El maquillaje de los caníbales recuerda a un híbrido entre los zombies de tonos azulados de Zombie (1978) y las criaturas del film de 2005 The descent (salvando las lógicas distancias en la calidad final del resultado).
LA FRASE: “Pero hay una fábrica, una, donde se produjeron accidentes con materiales químicos” (Vagabunda)
VALORACION:
2.25
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