martes, 19 de marzo de 2013

LA TIERRA DE LOS MUERTOS VIVIENTES (Land of the dead, 2005) 93´










“The dead shall inherit the earth” 

FICHA TÉCNICA 

Dirección-George A. Romero 
Guión-George A. Romero 
Fotografía-Miroslaw Baszak 
Música-Reinhold Heil/Johnny Klimek 
Producción-Mark Canton/Bernie Goldman/Peter Grunwald 

INTERPRÉTES 

Simon Baker (Riley Denbo)
Asia Argento (Slack)
John Leguizano (Cholo DeMora)
Dennis Hooper (Kaufman)
Robert Joy (Charlie)
Eugene Clark (Big Daddy)
Pedro Miguel Arce (Pillsbury)
Krista Bridges (Motown)
Sasha Roiz (Manolete)

SINOPSIS 

El mundo está dominado por los muertos vivientes. Los pocos supervivientes que quedan resisten en ciudades amuralladas donde las desigualdades sociales son abismales y en donde grupos de mercenarios realizan escaramuzas al exterior en busca de provisiones. En una de estas incursiones, la última para Riley Denbo, quien tiene planeado marchar a Canadá, se percatará que los zombies comienzan a tener pensamientos racionales, actuando en grupo con el consiguiente peligro que este nuevo modus operandi tiene para los pocos humanos vivos. 

CRITICA 

El éxito de El amanecer de los muertos (2004) animó a George A. Romero a enfrascarse en una nueva entrega de su laureada saga, encargándose nuevamente tanto del guion como de la dirección. El resultado, nuevamente estupendo, ofreciendo una nueva obra llena de sus constantes críticas al ser humano y donde la simpatía por parte del director de Nueva York hacía sus criaturas queda patente en el cariño con que les trata, quedando evidenciado que los prefiere a los personajes humanos. 

Precisamente la idea de humanizar a los zombies dotándoles de algo parecido a inteligencia supone de una parte un intento de hacer evolucionar la saga, provocando sin embargo por momentos ser su mayor lastre. La idea no es mala e incluso tiene su lógica en el devenir de una saga que perfectamente ha podido prolongarse en la ficción los mismos cuarenta años que tiene de recorrido en pantalla, pero la forma de mostrar la humanización de los zombies no deja de plasmarse con cierta artificialidad. 

Romero contó con el respaldo de la Universal al proyecto, lo que derivó en un presupuesto más elevado para lo que estaba acostumbrado en títulos anteriores. Esto se traduce en un potente diseño de producción, una fotografía notable y unos efectos especiales muy logrados. En este sentido el vacío dejado por Tom Savini apenas se nota gracias a que el testigo es cogido por los geniales Berger y Nicotero (responsables de este apartado de la serie The walking dead). Esto permite a Romero mantener el nivel de gore de los títulos antecesores y mostrar asimismo multitud de logrados zombies demostrando Nicotero ser uno de los mejores maquilladores de cine de terror. 

La película contó con un plantel de actores de nivel con el elegante Simon Baker (El mentalista), la siempre agradecida presencia Asía Argento (hijo de Dario, gran amigo del director y especializada en películas independientes) o la competencia de Robert Joy (CSI Nueva York). Son sin embargo Leguizano y Hooper encarnando a los villanos de la función quienes logran llevarse el gato al agua en el terreno interpretativo. 

Estimable vuelta de Romero al género que el mismo creó y donde siempre es bienvenido. 

Escena: El momento en que los zombies emergen desde debajo del agua para mostrar su llegada a una ciudad desconocedora de su inmediato final. 

Puntos Fuertes: Romero va contando con actores más solventes según avanzan los títulos de la saga. Nicotero y Berger demuestran ser alumnos aventajados del maestro Tom Savini. 

Puntos Débiles: La idea de humanizar la actuación de los zombies les resta el empaque terrorífico propio de seres que funcionan por puro instinto, hace que sus actos sean menos horribles. 

Curiosidad: En un auténtico juego visual y ocultos entre los zombies podemos encontrar a Simon Pegg y Edward Wrigth (Zombies party), Tom Savini o Greg Nicotero. 

La Frase: “Envía flores al cementerio” (Denbo) 

Valoración: 8.75 (El resurgir de la saga) 




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