miércoles, 16 de mayo de 2012

TRAMPA PARA TURISTAS (Tourist trap, 1979) 88´








“Every year young people disappear” 

FICHA TÉCNICA 

Dirección-David Schmoeller 
Guión-David Schmoeller/J. Larry Carroll 
Fotografía-Nicholas Josef Von Sternberg 
Música-Pino Donaggio 
Producción-J. Larry Carroll I

NTERPRÉTES 

Chuck Connors (Sr. Slausen)
Jocelyn Jones (Molly)
Jon Van Ness (Jerry)
Tanya Roberts (Becky)
Robin Sherwood (Eileen)
Dawn Jeffory (Tina)
Keith McDermott (Woody)

SINOPSIS 

Un grupo de jóvenes que se encuentra de viaje sufre una avería en su coche que les obliga a aceptar la hospitalidad de un lugareño, quien posee una propiedad en medio del campo, la cual presenta un curioso aspecto, ya que su dueño la tiene llena de maniquíes. Pese a la aparente calma del lugar no tardaran en producirse las muertes entre el grupo de excursionistas. 

CRITICA 

Una muy interesante propuesta que si bien tiene en La matanza de Texas (1974) rodada algunos años atrás su referencia de inicio, consigue marcar un camino propio conteniendo suficientes elementos de interés como para que el paso del tiempo la haya situado como un slasher por encima de la media, máxime teniendo en cuenta la sobredosis de cintas de este tipo nacidas a raíz del éxito que supondría Viernes 13 (1980). 

La principal obsesión de su director y coguionista no es la de crear una cinta llena de sangre y secuencias explícitas, al contrario, hay una gran contención en este tipo de escenas, primando por otro lado, eso sí, el elemento terrorífico apoyado en el suspense y la ambientación. 

Si bien en el terreno del suspense la cinta naufraga en su propuesta principal (la identidad no revelada de inicio del asesino y el consiguiente juego al despiste que a pocos pilla de sorpresa), en el campo de la ambientación nos encontramos con una auténtica lección para crear malestar en el espectador, gracias al inteligente uso de los maniquíes y caretas que cubren el rostro del asesino, así como la estupenda fotografía nocturna que acompaña a las secuencias rodadas en el exterior de la casa. 

Chuck Connors compone un estupendo villano al que aporta además de sus casi dos metros de altura y corpulencia una psique que le aleja de la vertiente habitual de psicópatas sin más finalidad que la de masacrar al casting de jóvenes que merodean sus dominios, lo que provoca cierta empatía del espectador hacía su personaje. Destacar asimismo la belleza de Tanya Roberts que despuntaría en títulos como El señor de las bestias (1982) o Sheena (1984). 

Estupenda también la aportación musical de Pino Donaggio, conocido especialmente por ser el autor de la banda sonora de Carrie (1976), además de componer las de Piraña (1978) y Aullidos (1980). Donaggio crea una obra pretendidamente ligera pero que supone una excelente cobertura para las imágenes mostradas, al igual que sucedía en la citada película de Brian De Palma. 

Una mezcla de títulos (La matanza de Texas + Los crímenes del museo de cera), y subgéneros (slasher + telekinesis) cuyo resultado final es sin embargo el de una película con personalidad propia. 

Escena: La pareja protagonista trata de huir de la casa y tiene que hacerse pasar por dos maniquíes más para evitar ser descubiertos por el asesino, una secuencia que hace gala de una atmósfera inquietante. 

Puntos Fuertes: La utilización de los maniquíes confiere un aura terrorífica realmente acertada y notable. 

Puntos Débiles: No existe capacidad de sorpresa para el espectador, a pesar de que trata de generar dicho golpe de efecto, con la identidad del asesino. 

Curiosidad: Entre el equipo técnico destacar la presencia de Ted Nicolau, uno de los maestros de la serie Z más casposa y auténtico especialista en el género de terror. 

La Frase: “El corazón se te parará de miedo antes de que pierdas el conocimiento” (Sr. Slausen) 

Valoración: 7.25 (Verás los maniquíes desde otro punto de vista) 


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