sábado, 5 de mayo de 2012

CONAN EL DESTRUCTOR (Conan the Destroyer, 1984) 96´









“El lado más oscuro de la magia. El lado más fuerte del hombre”. 

FICHA TECNICA 

Dirección-Richard Fleischer 
Guión-Stanley Mann 
Fotografía-Jack Cardiff 
Música-Basil Poledouris 
Producción-Raffaella De Laurentis/Edward R.Presmann 

INTERPRETES 

Arnold Schwarzenegger (Conan)
Grace Jones (Zula)
Wilt Chamberlain (Bombaata)
Mako (Mago)
Sarah Douglas (Reina Taramis)
Olivia D´abo (Princesa Jehnna)
Tracey Walter (Malak)

SINOPSIS 

Conan realiza un trato con la reina Taramis. Irá en una expedición junto a la sobrina de esta en busca de un cuerno sagrado. A cambio, la reina promete resucitar a Valeria (compañera sentimental de Conan muerta a manos de TulsaDoom) de entre los muertos. Sin embargo los planes de esta son bien distintos. 

CRITICA 

Secuela de la obra de culto dirigida por John Millius y con Schwarzenegger a punto de erigirse en estrella del cine de acción (ese mismo año estrenaría Terminador) que sin embargo se aleja de su antecesora en elementos vitales. De una parte olvida ese aura violento y brutal que hizo de su predecesora una obra con tanta personalidad para inclinarse por una visión más edulcorada y propia del subgénero de espada y brujería que la misma Conan generó, eliminando acción y violencia para potenciar un elemento de aventura más ligth. 

Richard Fleischer, director artesano de la vieja escuela, demuestra su solvencia para llevar a buen fin una historia bastante ramplona en su concepto y desarrollo. En ese sentido el guion (que bebe a su vez del tebeo El cuerno de Azoth de Roy Thomas y Michael Docherty) es bastante aséptico y se limita a no complicar demasiado el devenir de los personajes de aventura en aventura. 

Lo mejor del guión se encuentra en el dibujo de los personajes, más cercanos al universo propio de los comics, y donde podemos destacar los roles de Grace Jones, Wilt Chamberlain o Sarah Douglas, muy básicos y trazados con pocas líneas pero lo suficientemente atractivos en su presentación. Por contra se antoja un error la sustitución del personaje de Subotai por el más histriónico de Malak, inevitable contrapunto cómico al papel de Conan. 

Para amantes del cine de espada y brujería tan en boga en la primera mitad de la década de los ochenta. 

Escena: La lucha final entre Conan y Dagoth. 

Lo mejor: Una vez más la música orquestada por Basil Poledouris, tomada de la película de 1981 y con algún retoque para adaptarla al nuevo espíritu de la saga. 

Lo peor: Por el camino abandona toda la esencia del Conan original de Millius. 

Curiosidad: Carlo Rambaldi, creador de la criatura fue el responsable entre otros del conocido diseño de ET o creador de la cabeza de Alien. 

La frase: “Yo tendré mi propio reino y mi propia reina” (Conan) 

Valoración: 6 (Descafeinada continuación y sin el aporte de testosterona de su predecesora) 


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