lunes, 20 de enero de 2014

LA MALDICION DE CHUCKY (The curse of Chucky, 2013) 96´








“Were´re friends ´til the end remember? 

FICHA TÉCNICA 

Dirección-Don Mancini 
Guion-Don Mancini 
Fotografía-Michael Marshall 
Música-Joseph LoDuca 
Producción-David Kirschner/Don Mancini 

INTERPRÉTES 

Fiona Dourif (Nica) 
Danielle Bisutti (Barb) 
Brennan Elliott (Ian) 
Maitland McConnell (Jill) 
Summer H. Howell (Alice) 
Chantall Quesnelle (Sarah) 
Adam Hurting (Oficial Stanton) 
A. Martinez (Padre Frank) 
Brad Dourif (Charles Lee Ray/Chucky (Voz))

SINOPSIS 

Nica vive junto a su madre Sarah en una solitaria casa adaptada para su minusvalía que la obliga a estar atada a una silla de ruedas de por vida. Un día reciben un paquete sin remitente que contiene un muñeco Good Guy, línea de juguetes de bastante éxito a finales de los años ochenta. El muñeco acaba poco después en la basura y esa misma noche Nica hallará a su madre muerta en medio de un charco de sangre. 

CRITICA 

Una muy agradable sorpresa que recupera toda la esencia de las primeras entregas de Muñeco Diabólico, dejando de lado el tono más auto paródico de las dos últimas películas para centrarse en el terror y suspense como leit motive de la cinta, sin perder por ello Chucky su característica mordacidad y humor negro. Don Mancini, autor de los guiones de toda la saga y David Kirschner, productor de la saga sirven como garantes de continuidad de toda la franquicia, preocupándose por ofrecer un producto que pese a estar pensado para su lanzamiento directo al mercado del DVD, muestra un alto nivel en su acabado técnico, destacando las secuencias en las que bien un charco de sangre o la hoja de un cuchillo sirven como reflejos de lo que está sucediendo en pantalla. 

Hay que alabar aún más el resultado final dado lo arriesgado de la propuesta de desarrollar toda la trama en un único escenario y en un periodo de una sola noche, lo que podía haber defenestrado la película. Sin embargo el director logra mantener un ritmo sostenido, pausado pero lleno de secuencias marcadas por el suspense, recuperando la esencia del cine de terror de los ochenta, menos dinámico que el actual y con secuencias más alargadas para mantener la expectación facilitando la inserción de sustos, algo que logra y acertadamente La maldición de Chucky. Por otra parte el escenario escogido de la vieja casona con esa arquitectura que nuevamente nos retrotrae a décadas anteriores, no solo no lastra la idea, sino que se convierte en una de las grandes bazas de la cinta. 

Por otra parte la película será más disfrutable por los seguidores de la saga, a quienes se dedican no uno, sino dos guiños finales, uno de ellos tras los títulos de crédito, aunque para los más neófitos se muestra el consabido flashback que narra, por otra parte bruscamente y con algo de torpeza, el porqué de Chucky. Precisamente ese intento de crear un nexo de unión entre los personajes de la película con el asesino Charles Lee Ray, a la sazón Chucky, es demasiado simplista y sin desarrollo, siendo este el mayor pero de La maldición de Chucky, película que por otra parte se ubica temporalmente y de manera inteligente entre la tercera y la cuarta entrega. 

La maldición de Chucky es uno de esos casos de película a la que uno se enfrenta sin demasiadas expectativas (es una sexta entrega, no lo olvidemos) y que logra sorprender gracias a la recuperación de un tono más oscuro sin perder Chucky sus rasgos más definitorios, además de por unas escenas donde el director logra mantener el suspense de manera notable y con la inserción de unos asesinatos que sin ser memorables logran su objetivo de impactar sobre un fondo para nada basado en el gore y la sangre. Y además de todo, contiene un doble final que hilvana muy bien la propuesta ubicando la película en su justo lugar temporal y de tono. 

ESCENA PARA EL RECUERDO: El momento en el que Chucky es despojado del maquillaje que dulcifica su rostro apareciendo las cicatrices de sus anteriores enfrentamientos, escena que une la presencia inicial de Chucky en las tres primeras entregas con la remodelación visual que sufrió a raíz de La novia de Chucky (1998). 

APLAUDIMOS: Un uso del suspense por parte de Mancini que logra mantenerte pegado a la butaca en secuencias como la de la cena envenenada, sin duda el mejor ejemplo de lo afirmado. 

DENUNCIAMOS: La forma de hilvanar la historia es demasiado forzada para tratar de relacionar a los protagonistas con el personaje de Charles Lee Ray. 

UNA CURIOSIDAD: La protagonista Fiona Dourif, como su propio apellido la delata, es hija de Brad Dourif, quien ha dado vida a Chucky en toda la saga además de interpretar numerosos papeles dentro del género de terror, guardando además ambos un notable parecido físico. 

LA FRASE: “Es un muñeco, ¿Qué es lo peor que puede pasar?” (Ian) 

VALORACION: 7,75



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