EL
EXORCISTA – 1973 (121´)
Una de las películas de terror más relevantes e influyentes de la historia del cine y que basa su impronta en un miedo tan atávico como es la existencia del demonio, elemento que hace la película resulte a día de hoy tan impactante y aterradora como lo fue en el momento de su estreno hace más de cincuenta años. El soberbio guion, obra de un William Peter Blatty autor de la novela en la que se basa la película, es uno de los puntales que hacen la película funcione con la precisión narrativa del mecanismo de un reloj, y la fuerza en pantalla que imprime el trabajo de William Friedkin hace el resto. Con varias de las secuencias más recordadas de la historia del género, es uno de esos títulos estrenados entre finales de los sesenta y primeros setenta que elevarían el terror a categoría de género en mayúsculas, sacándolo de ese cierto ostracismo en el que siempre se había encontrado y en el que a día de hoy sigue permaneciendo y que lo sitúa generalmente dentro de la serie B. Una lección magistral de cómo construir terror en mayúsculas utilizando para ello como uno de sus elementos principales el sonido, incluyendo una sobrecogedora voz para el personaje de la Regan poseída. Un título con el que lo pasarán estupendamente mal, palabrita del niño Jesús.

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