PHANTASMA (PHANTASMA, 1979) 88´

“Si esta película no le aterroriza, es que usted ya está muerto”

DE QUE VA: El joven Michael observa desde la lejanía y mediante unos prismáticos el entierro de uno de los mejores amigos de su hermano Jody. Cuándo el cortejo que asistía al funeral se retira es testigo accidental de cómo un hombre muy alto llega al lugar en un coche fúnebre, coge el ataúd con el cuerpo en su interior sin apenas esfuerzo y lo introduce en el auto para alejarse a continuación del lugar. Aún no lo sabe pero acaba de comenzar para él una pesadilla de la que no podrá despertar.

QUIEN LA HACE: Con apenas veinticuatro años y el apoyo económico de sus padres, Don Coscarelli dejaba grabado a fuego su nombre dentro del star system de nuevos directores del género de terror gracias a una película nacida a raíz de una pesadilla sufrida por el propio director, quien además tiene el merito de, no solo escribir y dirigir la película, sino montarla y ejercer como director de fotografía. De esta forma podemos decir sin ningún género de dudas que Phantasma es obra de inicio a fin de Coscarelli.

QUIEN SALE: El trío de personajes principales está interpretado por actores casi de corte amateur, buenos amigos del director y que quedarían ligados para siempre a esta película y la saga en la que derivaría. Tanto la filmografía de Michael Baldwin (Mike) como la de Bill Thornbury (Jody) se compone básicamente de la franquicia Phantasma, no sucediendo igual con Reggie Bannister (Reggie), cuyo carisma, alcanzado gracias a esta serie de películas, le ayudó para aparecer en multitud de títulos dentro del género, generalmente de segunda, a partir del nuevo milenio. Otro al que el éxito de su personaje le encumbraría como ícono del terror y reclamo de multitud de películas de horror sería Angus Scrimm, para toda una generación de espectadores, el Hombre Alto.

QUE ME GUSTA: El escenario en el que se ubica buena parte de la trama, ese cementerio coronado por una casona como morgue, cuyos interiores son aún más inquietantes, con una arquitectura casi onírica. Una apabullante banda sonora que acabaría convirtiéndose en referente de la película y de toda la saga, que acompaña constantemente a la película y que está plagada de un aura de psicodelia tan propia de la época, con una predominación de los sintetizadores y los sonidos eléctricos. La sucesión de escenas independientes impactantes, como son el ataque de la bola voladora, la amputación de los dedos del Hombre Alto tras quedar atrapados en la puerta que ha cerrado el protagonista para evitar ser atrapado, la aparición de este siniestro personaje tras la ventana de la casa de Michael, la escena en la que el joven protagonista despierta en su cama en medio del cementerio con el Hombre Alto tras él y unos cuerpos emergiendo de la tierra para atraparle… Unos protagonistas creíbles, reales y muy lejos de los arquetipos que habitualmente presenta el género.

QUE NO ME GUSTA: Da la sensación en no pocos momentos que Coscarelli no sabía cómo estructurar todas los planteamientos visuales que quería plasmar en la película, fruto de un guion repleto de buenas ideas (las bolas de plata voladoras con cuchillos, los enanos aterradores, una extraña e inquietante morgue, la secuencia de cuerpos saliendo de sus tumbas, la idea sobre otras dimensiones…) pero al que el director no supo terminar de dar forma. Un montaje bastante confuso, fruto de partir de un montaje inicial de tres horas que por lógica pura hubo de remontarse a una duración estándar de hora y media. 

LA ESCENA: Aunque ya citada en el apartado de “Que me gusta”, hay que recuperar el momento en que ese ícono de la saga que son las bolas voladoras hacen acto de presencia, con el ataque sobre Mike y como accidentalmente acaban perforando el cráneo de uno de los ayudantes del Hombre Alto, en una impactante y brutal escena donde la sangre y la orina de la víctima provocarían que planeara muy seriamente sobre Phantasma la catalogación X.

UNA CURIOSIDAD: La gran afición de Coscarelli por la novela de Frank Herbert Dune queda patente no solo en la escena de la caja en la que Mike ha de meter la mano, sacada de esta obra literaria, sino de forma ya más directa por el hecho de nombrar el bar donde tienen lugar varias escenas como Dune.