“Terrorífico,
implacable, imparable”
DE
QUE VA:
Mike logra salir con engaños de la institución mental en la que ha estado recluido
durante los últimos años. Así, mientras hace creer a los responsables médicos
que todo lo vivido con el hombre Alto era fruto de alucinaciones, decide iniciar
la búsqueda de este ser de otra dimensión para acabar con el. Pero para ello
necesitará la ayuda de su buena amigo Reggie.
QUIEN
LA HACE:
Casi diez años después de estrenado el primer Phantasma, Coscarelli contó con
el apoyo económico de la Universal para rodar una secuela. Pasaba así a
disponer de un presupuesto de más de tres millones de dólares frente a los
trescientos mil de la cinta de 1979, pero también contaba con un mayor control
creativo, algo habitual si trabajas con una Major.
QUIEN
SALE:
Precisamente una de las imposiciones de Universal fue prescindir de Michael
Baldwin para interpretar a Mike y poner en su lugar a un actor juvenil con más
tirón comercial, como era el caso de James Le Gros. Por suerte, Coscarelli pudo
seguir contando con Reggie Bannister en el papel de Reggie, así como con Angus
Scrimm como el Hombre Alto, aunque este último no fue puesto en entredicho por
la productora de la película. Eso sí, una nueva exigencia sería incluir una
trama romántica, para la cual se contaría con la joven Paula Irvin, quien
apenas filmaría un puñado de trabajos más, siendo en este aspecto mucho más
interesante el alocado personaje de Alchemist interpretado por Samantha
Philips, una experta en toda serie de títulos chusqueros direct to video. El
veterano Kenneth Tigar daría vida al Padre Meyers.
QUE
ME GUSTA:
La capacidad de Coscarelli a la hora de manejar los presupuestos de sus películas,
haciendo que Phantasma 2 parezca una película mucho mayor de lo que su
inversión pudiera hacer parecer. El momento en que Mike y Reggie se avituallan
de armamento, destacando la sierra eléctrica y una de esas piezas que se
convertiría inmediatamente en icónica de la franquicia, la escopeta de cuatro
cañones. La evolución que sufre la saga, convirtiéndose en una road movie de
horror. La forma tan talentosa de filmar tanto
las explosiones como los accidente de coche por parte de Coscarelli.
Como queda patente la brutal evolución técnica y como director de su máximo
responsable, con una composición de las escenas superior al título de 1979. Los
brutales fx de maquillaje, donde se adivinan entre otros nombres como los de
Robert Kurtzman o Greg Nicotero. El final, tan propio de una película tan
personal como Phantasma.
QUE
NO ME GUSTA:
Toda la trama protagonizada por Liz y su familia, donde se evidencia la desgana
de Coscarelli hacía esa parte de la historia. Comparado con el resto de
efectos, el juego de ángulos y paneles blancos para simular el paso a la otra
dimensión a través de las dos barras metálicas verticales por parte de los
protagonistas se antoja bastante cutre y luce artificial. Aunque fuera el
inicio de una simpática constante en el resto de películas la escena de cama
entre Alchemist y Reggie acaba resultando bastante ridícula.
LA
ESCENA:
El final del Hombre Alto, todo un goce de flujos varios, efectos protésicos y
artesanía pura en el uso de los maquillajes.
UNA
CURIOSIDAD:
Que esta segunda parte tiene una gran influencia de Terroríficamente muertos de
Sam Raimi no es descubrir nada nuevo, algo que además queda patente en el guiño
que Coscarelli hace al bueno de su amigo Raimi (director de la saga Posesión
infernal) en el momento en que uno de los secuaces del Hombre Alto está
machando unas cenizas (ashes en ingles, lo que nos recuerda al heroico Ash al
que da vida Bruce Campbell) que posteriormente deposita en una bolsa con el
nombre de Sam Raimi.
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