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viernes, 13 de octubre de 2023

SMILE (SMILE, 2022) 115´

 

Mientras la psiquiatra Rose Cotter atiende a una paciente, esta le manifiesta su pánico al sentirse acosada por un ente sobrenatural que se le presenta a través de diferentes personas que le sonríen de una manera terrorífica. Durante la sesión, la joven sufrirá un ataque de pánico que le llevará al punto de, ante la aterrada mirada de su doctora, quitarse la vida  seccionándose el cuello.

Nos encontramos con Smile ante uno de los títulos de terror más destacados del año de su estreno, pero no solo eso, sino que igualmente se convertiría en uno de los más exitosos a nivel de público y taquilla, y es que gracias a una inteligente campaña de promoción que llenaría de macabras sonrisas diferentes eventos televisados, así como de él siempre efectivo método de propagación de sus virtudes a través del boca a boca acabaría recaudando más de doscientos millones de dólares habiendo costado apenas unos diecisiete.

Su principal valedor es un Parker Finn que debutaba de esta manera como cineasta tras apenas haber dirigido un par de cortometrajes de género donde ya se anticipaba de alguna manera a los temas a tratar en su primera película. Finn ofrece un trabajo que en lo visual deja patente que ha trabajado y mucho la planificación de las escenas, algo que queda muy marcado en las secuencias aéreas presentes a lo largo de la película y caracterizadas por presentar a la cámara girando sobre sí misma para de esta manera pervertir el plano, filmados estos innovadores momentos a golpe de dron. Nos encontramos asimismo ante un título cuya madurez narrativa y técnica sorprende, máxime tratándose de un director tan neófito, ya que la cinta no solo es notable a nivel técnico y visual para tratarse de una ópera prima, sino que lo es igualmente si hablamos del desarrollo de la historia, la cual ha sido escrita por el propio Finn, y la manera en la que esta nos lleva a lo largo de toda la película, partiendo de una escena introductoria que desde la manera en que nuevamente el director posiciona y mueve la cámara hasta mostrar que es lo que está ocurriendo logra remover e inquietar al espectador para de esta forma hacernos entrar de lleno en la propuesta.

A nivel de historia no podemos dejar de lado que este Smile nos retrotrae irremediablemente a la igualmente estupenda It follows en tanto presenta la misma arquitectura narrativa, hablándonos en ambos casos de la presencia de un ente maligno transmitido mediante algo que podríamos reconocer como una maldición y que es capaz de aparecerse representado de las más diversas formas diferentes, siendo igualmente el final para quien padece su presencia estar marcado a fuego, un destino del que parece es imposible poder escapar. Y si en It follows podíamos ver representado el miedo a las enfermedades de transmisión sexual, en este caso la película aborda el tema de las enfermedades mentales, un escenario que a nadie se le escapa han cobrado una relevancia muy importante en los últimos años, pasando de convertirse en tema tabú sobre el que se recomendaba no hablar en público a verse ya con la naturalidad con la que siempre debiera haberse abordado, máxime en un momento actual en el que cabe reconocer nos encontramos ante un grave problema de índole social acrecentado tras la pandemia vivida en 2020. Así, no es de extrañar que la protagonista provenga de su particular trauma del pasado, lo que unido a su condición de psiquiatra permite afrontar la historia desde esa vertiente que hace que el resto de personajes que rodean a quien sufre la presencia de este ente maligno crean en la condición de esta como enferma mental, siendo curioso como la propia protagonista de la historia pasará de uno a otro bando, y así mientras ella misma trata como doctora a la paciente que acabará transmitiéndole la maldición analizando para ello su comportamiento desde el punto de vista de la psiquiatría y tratando de racionalizar su comportamiento, será quien posteriormente sufra en su propio ser esa misma mirada por quienes le rodean toda vez sea ella la persona que trata de huir de un destino terrible.

La película está protagonizada por Sosie Bacon, actriz fogueada en la televisión y que es especialmente conocida por tratarse de la hija de los actores Kevin Bacon y Kyra Sedgwick. La actriz logra aportar esa fragilidad necesaria en un personaje al que vemos derrumbarse a todos los níveles en apenas unos días, sumando a su apariencia de fragilidad física un descenso a los infiernos perfectamente reflejado en una interpretación que hace que este personaje acabe sumido en la mayor de las locuras. Y es que sobre esta actriz recae todo el peso dramático de la historia, siendo sus compañeros de reparto meros figurantes y entre quienes nos encontramos a Jessi T. Usher, visto en Independence day, contraataque y conocido especialmente por su papel en la televisiva The boys. Destacar asimismo la presencia de un Kyle Gallner que se dio a conocer en sus comienzos para el público aficionado al terror gracias a sus apariciones en Exorcismo en Connecticut, Jennifer´s body o el remake de Pesadilla en Elm Street, volviendo al género gracias al reboot de Scream y esta Smile. Asimismo sorprende ver a un Kal Penn fogueado en comedias gamberras como Dos colgaos muy fumaos o Van Wilder y muy familiar para el público tras aparecer en cerca de cuarenta episodios de la televisiva House.

La película, si bien es cierto que se sustenta en un terror de tintes psicológicos que trata de generar desazón desde la posición de una protagonista en plena carrera contrarreloj por tratar de averiguar qué es lo que le está sucediendo para así tratar de salvar su vida y no acabar sumida en la mayor de las locuras, hay que reconocer que en no pocas ocasiones hace algo de trampa abusando de unos jump scares que hay que reconocer funcionan en todos y cada uno de los momentos en los que han sido insertados, sirviendo de contrapeso que haga saltar al espectador de su butaca con cada nuevo susto frente a ese terror más contenido, basado en el suspense y potenciado principalmente por la interpretación de la actriz principal, un terror que nos lleva a un final algo más desatado y donde se hacen ya presentes todos los excesos propios de un terror más visual e impactante. Este abrupto final supone un cierre perfecto para una historia que tal como venía desarrollándose era lógico finalizará de la manera en la que este Smile lo hace.

De esta forma, si sumamos las cualidades de Smile en tanto posee una historia que te atrapa desde el minuto inicial y que se sustenta en el suspense de una situación de la que vamos descubriendo su origen y sus consecuencias junto a una protagonista muy bien definida, una propuesta visual que nos muestra a un cineasta notablemente esteta y con ganas de dar empaque en cuanto a las formas a una propuesta cuyo fondo ya nos resulta tremendamente potente, el resultado no es de extrañar haya sido encontrarnos ante una de las grandes sorpresas dentro del cine de terror estrenado en 2022 y cuyo éxito augura una segunda parte más que probable. Así que tocará seguir sonriendo.

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