“Siguen
sedientos de sangre y dinero”
DE
QUE VA:
Los cómplices de los hermanos Gecko regresan al célebre local de La teta
enroscada buscando los planos de un banco que los hermanos querían atracar. Sin
embargo, lo único que van a hallar es que Seth ha muerto y que Richie se ha
convertido en un vampiro sediento de sangre.
QUIEN
LA HACE:
Scott Spiegel, su director, es un viejo conocido de los aficionados al género
en su vertiente de serie B por su participación en sagas como Posesión infernal
(es viejo amigo de Raimi y Rob Tapert) o Hostel, bien dirigiendo, escribiendo o
produciendo, estando el resto de su filmografía siempre bastante ligada al
terror.
QUIEN
SALE:
Robert Patrick, para toda una generación el T-1000 de Terminator 2, es el
nombre más conocido entre un reparto donde los seguidores de Sam Peckinpah reconocerán
a Bo Hopkins y donde Danny Trejo repite en su papel de barman de La teta
enroscada. Bruce Campbell (Posesión infernal) y Tiffany Thiesen de Salvados por
la campana protagonizan un divertido prólogo.
QUE
ME GUSTA:
Es desenfadada y conocedora que no va a llegar a los niveles de excelencia de
su predecesora, lo que hace se quite un peso de encima. Tiene personajes
interesantes como el de Jesús al que da vida el televisivo Raymond Cruz (The
closer, Major crimes).
QUE
NO ME GUSTA:
Carece del ritmo endiablado que si tenía la primera entrega, le cuesta arrancar.
Acaba siendo la más floja de la trilogía por no tener ni de lejos la calidad de
Abierto hasta el amanecer ni por intentar
hacer algo diferente como haría Abierto hasta el amanecer 3: La hija del
verdugo.
LA
ESCENA:
El ataque del murciélago en la ducha, donde sexualidad y sangre se dan la mano
en una misma secuencia.
UNA
CURIOSIDAD:
Su director, Scott Spiegel, hace un cameo en el papel de realizador de cine
porno.
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