“Death has never been closed”
FICHA TÉCNICA
Dirección-Steven Quale
Guión-Eric Heisserer/Gary Dauberman
Fotografía-Brian Pearson
Música-Brian Tyler
Producción-Craig Perry/Warren Zide
INTERPRÉTES
Nicholas D´Agosto (Sam)
Emma Bell (Molly Harper)
David Koechner (Dennis)
Jacqueline MacInnes Wood (Olivia)
Ellen Wroe (Candince)
P.J.Byrne (Isaac)
Tony Todd (William)
SINOPSIS
Un grupo de compañeros de trabajo se dirige a un fin de semana de convivencias. Al cruzar un puente en obras, uno de los jóvenes del autobús en el que viajan siente una visión en la que ve como mueren todos al desmoronarse la estructura colgante. Angustiado por su visión abandona el vehículo junto a otros compañeros segundos antes de que, efectivamente, la estructura de deshaga provocando una auténtica tragedia.
Nueva entrega de la conocida saga que mantiene un gran nivel manteniendo aquellos elementos que han convertido cada nueva película del ciclo iniciado hace más de diez años en todo un éxito de taquilla, esto es, muertes originales, macabros juegos de coincidencias que desencadenan en funestos accidentes, unos efectos especiales estupendos y finales acorde con la historia.
Así, esta quinta entrega no defrauda en ningún momento, erigiéndose como una notable secuela que tiene muy en cuenta los títulos precedentes (ya en los títulos de crédito aparecen elementos convertidos en armas en las muertes de las entregas pretéritas) brindando una cinta ágil, de montaje fresco y llena de gore.
Los guionistas no se arriesgan y presentan una estructura narrativa idéntica al resto de episodios, esto es, visión de la catástrofe, catástrofe, primeras muertes de los supervivientes, lucha por sobrevivir y epílogo sorprendente. Y no hace falta moverse de esos parámetros, porque la cosa continua funcionando. A este respecto su mayor pero es que ya no hay capacidad de sorpresa, el aficionado a la saga conoce de principio a fin lo que va a suceder, y es por ello que se potencia el más difícil (o absurdo) todavía en las muertes. Y eso que en el final hay un sorpresa para los seguidores de la saga que entronca directamente con la primera entrega y que se agradece.
Como viene siendo habitual en toda la franquicia, lo de menos son los personajes, ya que su única finalidad es la de morir, siendo en ese aspecto protagonista principal la propia muerte, ente invisible cuyos hilos se adivinan en cada secuencia. Tony Tood se asoma ligeramente en un innecesario punto de unión con anteriores entregas y erigido ya como actor de referencia del género y fuente de cameo en multitud de títulos.
Tal y como sucedía en la cuarta parte, la cinta se presenta bajo la, a estas alturas, inevitable 3D, lo que da empaque a determinadas secuencias, sin ser una técnica obligada para disfrutar de la cinta.
Quinta parte que a pesar de no presentar ningún atisbo de originalidad se presenta como una cinta de terror teen francamente entretenida, y cuyo éxito a nivel de taquilla augura una sexta entrega.
Escena: La muerte de Olivia, no apta para quien esté en trámites de operarse la vista.
Lo mejor: Que a pesar de ser una quinta entrega no hay ninguna sensación de hastío, siendo una película disfrutable al cien por cien.
Lo peor: No podemos evitar sentir una sensación de Deja Vú durante toda la película.
Curiosidad: Su director, Steven Quale ha sido mano derecha de James Cameron en numerosos proyectos, bien a nivel de efectos o como director de segunda unidad.
Valoración: 7/10
Dirección-Steven Quale
Guión-Eric Heisserer/Gary Dauberman
Fotografía-Brian Pearson
Música-Brian Tyler
Producción-Craig Perry/Warren Zide
INTERPRÉTES
Nicholas D´Agosto (Sam)
Emma Bell (Molly Harper)
David Koechner (Dennis)
Jacqueline MacInnes Wood (Olivia)
Ellen Wroe (Candince)
P.J.Byrne (Isaac)
Tony Todd (William)
SINOPSIS
Un grupo de compañeros de trabajo se dirige a un fin de semana de convivencias. Al cruzar un puente en obras, uno de los jóvenes del autobús en el que viajan siente una visión en la que ve como mueren todos al desmoronarse la estructura colgante. Angustiado por su visión abandona el vehículo junto a otros compañeros segundos antes de que, efectivamente, la estructura de deshaga provocando una auténtica tragedia.
Nueva entrega de la conocida saga que mantiene un gran nivel manteniendo aquellos elementos que han convertido cada nueva película del ciclo iniciado hace más de diez años en todo un éxito de taquilla, esto es, muertes originales, macabros juegos de coincidencias que desencadenan en funestos accidentes, unos efectos especiales estupendos y finales acorde con la historia.
Así, esta quinta entrega no defrauda en ningún momento, erigiéndose como una notable secuela que tiene muy en cuenta los títulos precedentes (ya en los títulos de crédito aparecen elementos convertidos en armas en las muertes de las entregas pretéritas) brindando una cinta ágil, de montaje fresco y llena de gore.
Los guionistas no se arriesgan y presentan una estructura narrativa idéntica al resto de episodios, esto es, visión de la catástrofe, catástrofe, primeras muertes de los supervivientes, lucha por sobrevivir y epílogo sorprendente. Y no hace falta moverse de esos parámetros, porque la cosa continua funcionando. A este respecto su mayor pero es que ya no hay capacidad de sorpresa, el aficionado a la saga conoce de principio a fin lo que va a suceder, y es por ello que se potencia el más difícil (o absurdo) todavía en las muertes. Y eso que en el final hay un sorpresa para los seguidores de la saga que entronca directamente con la primera entrega y que se agradece.
Como viene siendo habitual en toda la franquicia, lo de menos son los personajes, ya que su única finalidad es la de morir, siendo en ese aspecto protagonista principal la propia muerte, ente invisible cuyos hilos se adivinan en cada secuencia. Tony Tood se asoma ligeramente en un innecesario punto de unión con anteriores entregas y erigido ya como actor de referencia del género y fuente de cameo en multitud de títulos.
Tal y como sucedía en la cuarta parte, la cinta se presenta bajo la, a estas alturas, inevitable 3D, lo que da empaque a determinadas secuencias, sin ser una técnica obligada para disfrutar de la cinta.
Quinta parte que a pesar de no presentar ningún atisbo de originalidad se presenta como una cinta de terror teen francamente entretenida, y cuyo éxito a nivel de taquilla augura una sexta entrega.
Escena: La muerte de Olivia, no apta para quien esté en trámites de operarse la vista.
Lo mejor: Que a pesar de ser una quinta entrega no hay ninguna sensación de hastío, siendo una película disfrutable al cien por cien.
Lo peor: No podemos evitar sentir una sensación de Deja Vú durante toda la película.
Curiosidad: Su director, Steven Quale ha sido mano derecha de James Cameron en numerosos proyectos, bien a nivel de efectos o como director de segunda unidad.
Valoración: 7/10
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