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lunes, 1 de julio de 2024

POSESIÓN INFERNAL, EL DESPERTAR (EVIL DEAD RISE, 2023) 90´

Beth acude a visitar a su hermana mayor y a sus tres sobrinos tras conocer para su sorpresa que está embarazada. La noche que llega al edificio donde vive su familia un terremoto deja al descubierto una bóveda subterránea perteneciente al antiguo banco que ocupaba el espacio de viviendas actual. Allí, Danny, uno de los jóvenes, encuentra en un sarcófago protegido por multitud de crucifijos y otras reliquias religiosas un extraño libro, así como unos discos antiguos que datan de cien años atrás. 

Última película hasta la fecha de una de las sagas de terror más notables de las últimas décadas en tanto mantiene unos altos estándares de calidad a lo largo de las cinco películas estrenadas, las cuales se complementan con el cortometraje que sirvió para conseguir la financiación necesaria para dar luz verde a la película original además de una divertida y pasada de vueltas serie para televisión, siendo estos los referentes audiovisuales que conforman de momento la franquicia. Y decimos hasta la fecha porque el éxito entre los aficionados al terror así como de la propia saga cosechado por la película unido a una taquilla que ha logrado multiplicar casi por ocho un presupuesto de diecinueve millones de dólares hace creer que más pronto que tarde se estrene una nueva entrega que sumar a una serie de títulos iniciada en 1981 con una Posesión infernal convertida en título de culto dentro del terror contemporáneo. 

Tres de las principales cabezas visibles de la película estrenada hace más de cuarenta años participan en este caso en labores de producción, lo que redunda en un título enormemente respetuoso con la saga a la que pertenece. Nos referimos a Sam Raimi, director de las tres primeras películas, Rob Taper, encargado de la producción en todas y cada una de las entregas y Bruce Campbell, convertido especialmente a raíz de la primera secuela, Terroríficamente muertos, en alma mater de la saga además de erigirse como uno de los personajes más icónicos y carismáticos dentro del cine de terror gracias a su Ash Williams. El director en esta ocasión es Lee Cronin, autor también del guion de la película, y quien con tan solo una película a sus espaldas además de un puñado de cortometrajes englobados dentro del género, ha tenido la osadía de enfrentarse a la complejidad que es abordar un proyecto con tantas expectativas para el fandom, especialmente tras la buena acogida del remake orquestado por Fede  Álvarez en 2013. Y el resultado no podría haber sido mejor. Cronin demuestra una pasión por la saga que queda evidenciada en la cantidad de homenajes y guiños presentados a lo largo de la película, e iniciados ya con ese arranque que emula los alocados y personalísimos travellings de Raimi, a lo que podríamos sumar el uso de los efectos de sonido como un componente crucial a la hora de generar terror, el guiño a la endemoniada Henrietta como logo de la tienda de pizzas, el uso en una de las secuencias de la sangre anegando los botones del ascensor tal como sucediera con la lente del proyector en la película de Raimi, los tatuajes de una de las protagonistas con forma de espinos en clara alusión a las truculentas escenas de la violación en Posesión infernal y su remake así como la propia posesión de este mismo personaje sustituyendo en esta ocasión las ramas del bosque de las cintas pretéritas por los propios cables del ascensor del edificio. La aparición de la motosierra y la escopeta, el globo ocular saliendo de la cuenca del ojo, la decapitación de la muñeca imitando la muerte de la novia de Ash… el visionado de la película es un deleite continuo para el fan de la saga. Y no solo podemos vislumbrar guiños a Posesión infernal, sino que en determinadas escenas son muchos los homenajes a películas seminales del género de terror como El exorcista, con una endemoniada que eleva al cuadrado esa icónica secuencia de la araña descartada en el primer montaje de la película de 1973 y recuperada posteriormente para el director´s cut, el momento del ascensor anegado de sangre es una evidente alusión a El resplandor, la arquitectura del edificio donde se desarrolla la acción nos recuerda a la vivienda donde tenían lugar los acontecimientos de Muñeco diabólico, esa idea de unos personajes atrapados sin posibilidad de escapar es muy referencial al cine de John Carpenter, la escena de la trituradora en el garaje emula ese final tan gore de Braindead, incluso ese Buick en el que las protagonistas tratan de huir casi acabando la película podría interpretarse como un guiño a un Stephen King, autor de la novela Buick 8, un coche perverso, cuya crítica de Posesión infernal supuso el espaldarazo que la película necesitaba para convertirse en el hito que es hoy en día.

Pero no solo de homenajes vive una película que es enormemente recomendable para el fan del horror por sus propias virtudes, las cuales no son pocas, hasta el punto de convertir esta Posesión infernal, el despertar en título de obligado visionado de entre las películas dentro de su género estrenadas en 2023. Lo primero que cabría destacar es la capacidad de su director a la hora de componer enormes secuencias de terror, para lo cual se ayuda no solo en una iluminación sobresaliente que refuerza la idea de opresión de unas víctimas incapaces de poder escapar de un edificio que traslada toda la potencia visual de la cabaña de las primeras dos películas y del remake estrenado en 2013 a un entorno urbanita pero igualmente desasosegante, lo mismo que sucede con un uso del sonido excelso y que es igualmente funcional a la hora de conseguir ese fin último de angustiar al espectador.  Y es que Cronin se manifiesta como un excelente realizador a la hora de planificar y filmar encuadres tremendamente efectivos, como la primera aparición del personaje de Ellie ya endemoniada en la cocina de la casa, el momento de la bañera o toda la escena mostrada a través de la mirilla de la puerta del piso de las protagonistas, y que hacen de esta Posesión infernal una verdadera experiencia dentro del cine de terror. Sí que es cierto que en su afán por cubrir todos los espectros de una saga que recordemos, en su segunda y tercera entrega lindaban con la comedia gore, no siendo este el caso, la película nos lleva a un acto final excesivamente pasado de vueltas, lo cual si bien descoloca algo al espectador por ese tono más cercano al terror puro y sin estridencias mostrado hasta ese momento, no hace perder a la película su fuerza, ya que todo aquel que conozca la saga sabe que está viendo una película de Posesión infernal.

Pero si la película funciona tan bien como lo hace, no es únicamente por la pericia de su director a la hora de componer una colección de escenas enormemente terroríficas ni por un guion que sabe recoger todo el espíritu de la franquicia para plasmarlo en pantalla. Hay que reseñar igualmente a unos personajes que en apenas unos minutos son excelentemente presentados, así como dibujados en una psique que a pesar de apenas dedicar metraje a este momento los convierte en enormemente creíbles, lo que hace que esa familia algo disfuncional que va  a vivir la noche más terrorífica y trágica de su vida  conecte inmediatamente con el espectador. Si a esto sumamos la valentía de introducir en la ecuación a unos personajes enormemente jóvenes a quienes llevar al límite y además sin acobardarse a la hora de definir como acabaran varios de estos, una final girl con hechuras que además experimenta una evolución desde despreocupada tía a ser capaz de sacrificarse por su familia, todo gracias a una secuencia de presentación que define el porqué actúa como lo hace, y una endemoniada principal que se erige gracias a la interpretación de una soberbia  Alyssa Sutherland (Vikingos) en lo mejor de la película y posiblemente referente a la hora de componer este tipo de personajes en títulos posteriores, el resultado a nivel de personajes no puede ser más satisfactorio.

Y si la película logra dar el miedo que da y conectar con el espectador más allá de la brutalidad de unas secuencias que siguen haciendo gala, y esa es otra marca de la casa de la franquicia, de ese saber jugar con momentos enormemente denterosos como sucede en esta ocasión con el uso que se da del rallador de queso, es porque pervierte de manera enormemente cruel la figura de una madre que pasa de ser la protectora de sus hijos a convertirse en su gran amenaza. Ello unido a la manera en que el demonio juega con esa idea para así poder confundir, desesperar y finalmente poder dar caza a sus víctimas hacen de Posesión infernal el despertar un título que cumple uno por uno con todos sus objetivos de inicio. Y esa es una gran noticia para el fan de la saga.